Pidió compensación trassudivorcio,pero la Justicia se la negó
Adolfo Rubinstein tendrá hoy la difícil tarea de brindar por segunda vez en el Congreso su visión como ministro de Salud de la Nación sobre la legalización del aborto.
A diferencia del 31 de mayo pasado, cuando disertó en Diputados, ahora los ánimos están bastante más caldeados en el Senado, donde los invitados a menudo deben responder preguntas insidiosas y hasta cuestionamientos de índole personal.
Rubinstein nuevamente deberá desligar su postura sobre el aborto legal del pensamiento del presidente Mauricio Macri y de su gobierno, los que en este debate, que divide a la política y a la sociedad, se han declarado prescindentes.
Aunque no ha salido a militar la causa verde, el ministro de Salud se ha ganado duras críticas de parte de la facción antiabortista, cuyos representantes en el Senado ya tienen muy estudiadas las preguntas que le formularán hoy.
Incluso, algunos senadores antiabortistas –como la salteña Cristina Fiore Viñuales, que responde al gobernador peronista Juan Manuel Urtubey– presentaron una impugnación a la exposición de Rubinstein.
¿Su argumento? “El doble juego de sólo promover el debate mientras desfilan funcionarios hacien- do campaña a favor de la ley”. Lo que a su criterio “es una falta de respeto y una burla a los argentinos”.
Así lo indicó Fiore Viñuales en Twitter, junto al hashtag #QueMacriSeSaqueLaCareta.
Según pudo saber La Voz, además de presentar el aborto como una problemática de salud, como ya lo ha hecho en Diputados, Rubinstein se explayará sobre los costos que supondrá para el sistema de salud la aplicación de la ley.
La presentación del ministro está orientada a responder a las inquietudes de varios senadores preocupados porque, aunque la ley es nacional, son las provincias las dueñas de los hospitales y las responsables de la salud pública en todo el país.
En entrevistas que concedió en días posteriores a su intervención en Diputados, Rubinstein señaló: “Los costos del aborto se dan con las complicaciones por mujeres internadas por interrupciones del embarazo mal realizadas; pero con el aborto legalizado, esos costos bajan dramáticamente”.
Rubinstein será el primero de los oradores de la antepenúltima ronda de invitados antes de la firma de los proyectos, los cuales se someterán a votación el miércoles 8 de agosto.
Después del funcionario macrista expondrán, entre otros, el rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), Miguel Schiavone; el exministro de Salud Ginés González García y el exjefe del Pami Carlos Regazzoni.
Segunda jornada
Mañana continuará la reunión del plenario de comisiones con más invitados, entre quienes se destacan Andrés Vaira Navarro, secretario de la Asociación de Síndrome de Down; la médica y dirigente radical y del feminismo Mabel Bianco; el exministro de Salud de Cristina Kirchner Daniel Gollán; la médica tucumana especialista en tocoginecología Cecilia Ousset, autora de una carta a favor de la ley que se hizo viral durante el debate en Diputados, y Abel Albino, médico mendocino católico y ultraconservador.
Una mujer reclamó judicialmente una compensación económica a su exmarido por considerar que el divorcio le ocasionó un perjuicio económico. Pero el juez entendió que tal deterioro no pudo probarse, y rechazó la demanda.
La compensación económica –recuerda en la sentencia el juez de Familia de Segunda Nominación, Gabriel Tavip– “tiene por finalidad morigerar los desequilibrios económicos entre los cónyuges que se producen después de finalizado el vínculo matrimonial, y que encuentran sustento y origen en la vida en común y en la ruptura”.
Según Tavip, está prevista para cuando el divorcio produjere un desequilibrio manifiesto en la situación económica de uno de los cónyuges. Y el juez consideró que la demandante no pudo demostrar que la separación le hubiera causado un perjuicio laboral de tal magnitud que justificara la procedencia de la compensación. Y aclara que no debe confundirse tal figura “con la forma de distribución de los bienes comunes que formaron parte de la comunidad de ganancias”.
La mujer adujo que por haberse desempeñado profesionalmente en el estudio del que su exmarido formaba parte, el divorcio la dejó sin lugar físico para trabajar como abogada y sin clientes, y sin ingresos para afrontar los gastos de locación de una nueva oficina.
También reclamó que su excónyuge tenía un negocio gastronómico de carácter ganancial del que se deshizo sin que ella recibiera dinero de esa venta. Esos fueron, entre otros, los motivos por los que la demandante fundamentó su pedido, estimado en 70 mil pesos.
En su resolución, el juez no sólo consideró que no fue probado tal perjuicio, sino que destacó que ella pudo desarrollar “una plena y acabada vida profesional durante la vida en pareja, lo que le permitió consolidar su experiencia como abogada”.
PARA EL JUEZ, LA DEMANDANTE NO PUDO DEMOSTRAR QUE LA SEPARACIÓN LE CAUSÓ UN PERJUICIO LABORAL DE MAGNITUD.