El deseo de ser mimada
“Wellcoming Home” es la muestra que Jimena Elías presenta en el Paseo del Buen Pastor.
Está inspirada en la casa y en la vida como idea de refugio. La artista quiere que esta muestra sea mimada por el público.
Las imágenes de “Wellcoming Home” (“Bienvenida a casa”) parecen salidas de un cuento. Un puñado de casitas y rostros muestran al hogar como un refugio que cubre y protege “nuestro interior más sensible y misterioso”, dice su autora, Jimena Elías, sobre la muestra que exhibe en el Paseo del Buen Pastor (Yrigoyen 325) hasta fin de mes.
Jimena se siente feliz de volver a las pistas, a pesar del riesgo, ya que los artistas, dice, no sólo exponen sus obras, también “un pedacito muy chiquito del mundo como artistas”. Para ella, ese fue el punto en el que se inspiró para trabajar. “Siempre estuve investigando la figura del artista, lo que representa, cómo se muestra, la imagen que se tiene de sí mismo”, afirma.
Casitas, casuchas
Como la añorada casita de madera de la infancia son las casitas de Jimena, que en su caso tienen pilotes que imaginariamente las resguardan del agua. “Claramente, es una muestra en la que expongo un poco de mi intimidad y de mi exterior –reflexiona–. Una dualidad que me permite indagar tantas cosas interesantes como artista y como persona. Las casitas son justamente eso, mi exterior”.
¿Y cómo es Jimena? En sus palabras: “Soy una persona sencilla, muchas veces aniñada, amistosa, sin tantas pretensiones”. Como sus casitas que se remontan a la niñez, a la casita del árbol, a las vacaciones en una cabaña. “Son casitas o casuchas de río, simples, simpáticas, casuchas que en su apariencia no son grandes construcciones ni de gran ingeniería, pero que son simpáticas, amorosas y muy acogedoras que dan ganas de llevártela a tu casa”, agrega Jimena, que sostiene que la representan como artista y como persona son su refugio y la carcasa que la protege.
Las casitas tienen una marca. “Una especie de sello que registra un pedacito de mi mundo, una especie de amuleto”, cuenta. Y si bien la idea es hacer una gran serie, cada una de ellas será siempre distinta, como cada relación que se tiene con una persona.
Las Muninas
En tanto, los retratos son un poco más reales. “Son como mis alter-ego, mis Muninas”, señala la artista. Y agrega sobre estas mujercitas de sus cuadros: “Son más maduras, menos nenotas o menos muñecas, más reales, más humanas, sonrientes o más serias, que cuentan una historia, quizás mi historia, quizás tu historia”.
Las Muninas en todas sus formas habitan estas casitas/casuchas. Los retratos están relacionadas con las casitas, también a los Muninos (”una especie de objeto amuleto simpático”) y a la comida. “Soy una gran fanática de la comida, sobre todo de la colorida, decorada, ¡me fascina!”.
Este relato en imágenes despierta ganas de ver más de ellas, qué están haciendo, cómo se visten, qué comen, qué sienten. “Me interesa en esta trama contar un poco mi interior, lo cotidiano, lo que hago en casa, soy una persona común y corriente, como vos, como ella, como todos”, propone la artista en “Wellcoming Home”.
Inspiración japonesa “Siempre me interesó e inspiró el lenguaje gráfico de la cultura japonesa, del animé (las series de dibujos japoneses), desde la estética hasta la narrativa apasionante que trabajan”, cuenta Jimena.
Dice que el mundo increíble de chucherías que esta cultura consume, los amuletos, los colores, siempre está presente en su proceso creativo.
Y confiesa: “Adoro la idea de esas chucherías baratas que uno compra y que tanto aprecia. El mundo de significados que uno le aporta a un objeto es curioso e inspirador para mí”.
La Galería de Arte del Paseo del Buen Pastor es para Jimena Elías el espacio ideal para mostrar su proyecto, “sin tanta aura como la idea que uno tiene de un museo. Es un lugar donde uno pueda sentirse más como en casa”, aclara.
La artista dice que su exposición “busca ser querida, mimada y, sobre todo, acogedora”. Un refugio para el visitante.