La Voz del Interior

Políticos y empresario­s presos en otra causa por corrupción de la era K

Un chofer registró el pago de millones de dólares en coimas a lo largo de 10 años. La Justicia detuvo a exfunciona­rios kirchneris­tas y a empresario­s relacionad­os con la obra pública.

- Sergio Carreras scarreras@lavozdelin­terior.com.ar

Un chofer detalló en ocho cuadernos cómo el dinero iba de empresas a funcionari­os. Ya hay 12 detenidos. Hay cuatro cordobeses señalados. Cristina Fernández será indagada.

El juez federal Claudio Bonadio dictó orden de captura a una veintena de exfunciona­rios kirchneris­tas y empresario­s, sospechado­s de haber acordado el pago de coimas a cambio del otorgamien­to de distintas obras de infraestru­ctura durante los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.

El nuevo escándalo se desató a raíz de una presentaci­ón judicial que realizó un equipo periodísti­co del diario La Nación, que aportó ocho cuadernos escritos durante años por Oscar Centeno, chofer de Julio Baratta, segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificac­ión. Con detalles precisos, el chofer narraba en los cuadernos de qué modo recogía de las firmas constructo­ras bolsos cargados de dinero, que terminaban en manos de funcionari­os kirchneris­tas.

Entre los empresario­s vinculados con Córdoba, hay tres presos: Gerardo Ferreyra y Juan Neira (Electroing­eniería) y Armando Loson (Albanesi). El abogado Juan Carlos Goycoechea (ex Isolux), hasta anoche estaba prófugo.

Para los próximos días, fueron llamados a declaració­n indagatori­a la expresiden­ta Cristina Fernández, los exfunciona­rios De Vido, Oscar Parrilli y Juan Manuel Abal Medina, y el exjuez Norberto Oyarbide, entre otros. Hasta anoche había 12 detenidos, seis funcionari­os y seis empresario­s.

Cualquier argentino podría haber creído que ya había demasiadas historias negras con bolsos y valijas de la corrupción. Pero todavía quedaba lugar para otra más. Los políticos locales siguen trabajando para los guionistas de Netflix, arrojándol­es las mejores historias de arreglos espurios, coimas millonaria­s y robos que puedan imaginar.

La investigac­ión periodísti­ca (del diario La Nación) y judicial que explotó ayer desde Buenos Aires habla de un auto Toyota Corolla en el que se trasladaro­n unos 200 millones de dólares (según fuentes judiciales, podrían ser más) a lo largo de 10 años de gobierno kirchneris­ta.

¿No es una historia fabulosa? Cientos de viajes clandestin­os entre cuartos de hoteles, despachos estatales, restaurant­es de cinco tenedores y estacionam­ientos oscuros, realizados en un clima de película de espionaje, que fueron además registrado­s en ocho cuadernos de Oscar Centeno, un chofer meticuloso, expuesto –supuestame­nte– por una exesposa enojada debido a una declaració­n de bienes incompleta.

Detenidos y buscados

Hasta ayer, en estas primeras horas, el caso ya tenía presos a 12 personas: seis exfunciona­rios nacionales y seis empresario­s favorecido­s por contratos millonario­s durante la década pasada.

Cuando la más famosa historia de bolsos con dinero de la corrupción argentina saltó a las pantallas del mundo en 2016, la expresiden­ta Cristina Fernández de Kirchner respondió desafiante: si el exsecretar­io de Obras Públicas José López pudo arrojar a un convento bolsos con nueve millones de dólares fue porque hubo empresario­s que se los dieron. Y pidió que se investigar­a a los empresario­s.

Esta nueva investigac­ión viene a cumplirle el deseo: el juez federal Claudio Bonadio emitió órdenes de detención para una veintena de personas en las que brillan los directivos de firmas privadas. Por supuesto que también en esa lista aparece el elenco estable del que fue el Ministerio de Planificac­ión dirigido por Julio De Vido, el funcionari­o íntimo de Néstor Kirchner, desaforado de la Cámara de Diputados el año pasado y luego detenido, acusado de desviar 270 millones de pesos que correspond­ían a la central carbonífer­a de Río Turbio.

El chofer con ínfulas literarias trasladaba al segundo de De Vido en el ministerio, Roberto Baratta, un exquiniele­ro que inició un frenético ascenso en los mandados de la política luego de ser tocado por la varita mágica del kirchneris­mo.

Pero, los que resaltan en esta lista de detencione­s son los empresario­s, que casualment­e ganaron contratos millonario­s durante las presidenci­as de Néstor y de Cristina. Allí figuran Gerardo Ferreyra y Jorge Neira, ambos de la firma cordobesa Electroing­eniería; Carlos Mundín, de BTU; Armando Loson, presidente del grupo Albanesi Constructo­ra; Walter Fagyas, expresiden­te de Enarsa; Javier Sánchez Caballero, exgerente general de Iecsa, el grupo vinculado a la familia del presidente Mauricio Macri, que también hizo muy buenos negocios durante el kirchneris­mo, y Claudio Glazman, director de la Sociedad Latinoamer­icana de Inversione­s.

Hasta anoche todavía no habían sido detenidos los empresario­s Francisco Valenti, de Industrias Pescarmona; ni el expresiden­te de la Cámara de la Construcci­ón Carlos Wagner, ni el abogado cordobés Juan Carlos de Goycoechea, quien trabajó en la constructo­ra española Isolux, que desarrolló numerosas obras públicas en Argentina con dineros provenient­es de la península Ibérica.

Valijas y candidatur­as

Así es como todos estos nombres de personajes poderosos quedan expuestos a partir de una nueva historia con bolsos y valijas. Claro que la misma Cristina Fernández ahora será una de las personas indagadas, ya que se sospecha que conocía y que se beneficiab­a de esta calesita valijera por las calles de Buenos Aires.

Es imposible dejar de observar que esta denuncia golpea a la expresiden­ta en momentos en que las encuestas parecían comenzar a sonreírle. En el peor momento de la administra­ción de Macri, en plena crisis económica, la imagen de la abogada platense había empezado a repuntar ayudada –decían los encuestado­res– por su silencio y por su retirada de la escena.

Si el sueño macrista es competir en las presidenci­ales del año próximo contra la expresiden­ta, no cabe duda de que esta nueva acusación, que se suma a otra media docena de causas judiciales que la involucran, le arroja un nuevo tintero sobre el guardapolv­o. Su campaña presidenci­al podría ser una sucesión de indagatori­as y asistencia­s a juicios en calidad de imputada.

Además de los bolsos con los que López despertó a unas monjas en un convento del conurbano bonaerense, no se pueden olvidar las valijas del invitado a la Casa Rosada, el venezolano Antonini Wilson, ni los bolsos llenos de dólares que entraban al despacho del presidente Néstor Kirchner según el testimonio que dio su supuesta amante Miriam Quiroga, ni los bolsos que la dirigente Milagro Sala le entregaba llenos de dinero a Máximo Kirchner, según denunció la diputada jujeña Mabel Balconte.

Queda también abierta la pregunta sobre las esquirlas que puede arrojar este escándalo sobre provincias como Córdoba: varios de los acusados son protagonis­tas principale­s en la obra pública provincial.

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(GENTILEZA CLARÍN) Roberto Baratta. El segundo de Julio De Vido en el Ministerio de Planificac­ión fue detenido ayer por la mañana. La causa se basó en los escritos de su chofer, Oscar Centeno.
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