Seis goles y un creador
Magallán, “Wanchope” Ábila, Pablo Pérez (2), Goltz y Tevez le dieron el 6-0 sobre Alvarado. Mauro Zárate, uno de los nuevos, fue la figura al hacer jugar al Xeneize.
No siempre tener más es sinónimo de ser el mejor. Boca quiere demostrar que sí y anda, desde hace rato, muy concentrado en ganar ese desafío. Es el bicampeón del fútbol argentino, pero cuando le empiezan a pedir las credenciales, comienza a buscar en los bolsillos y, a veces, tartamudea. Y no es por falta de calidad y cantidad de individuales. Ahí, le sobra por todos lados. Aunque cuando se trata de hablar de equipo, se escucha el sonido de los grillos.
Sin embargo, el presidente Daniel Angelici y el técnico Guillermo Barros Schelotto han decidido redoblar la apuesta al punto de pedirle permiso al rival de toda la vida para usar el mote de millonario. La plata le sobra, pero más de una vez le falta fútbol.
Como sea, como el resultado es soberano y Boca es el Boca que debe ganar todo lo que juega, siguen llegando figuras y más figuras, para ver si de una vez por todas se acomodan y Boca pueden ser un ideal futbolístico. No obstante, parece que el aporte de Mauro Zárate, por lo que se vio anoche en el 6-0 sobre Alvarado de Mar del Plata, puede llegar a ser un puente que una a la constelación de figuras que tiene.
Eran increíbles las imágenes que iban ofreciendo los festejos de los goles auriazules. Por la calidad de los autores como el cordobés Ramón Ábila, Pablo Pérez (en dos oportunidades); la de los asistidores como el mencionado Zárate, Cristian Pavón y sus centros, más el cambio de ritmo de Sebastián Villa y la de “los testigos”. Las conquistas se daban con el cordobés Emanuel Reynoso y Carlos Tevez en el banco, hasta que a Carlitos le tocó ingresar en el segundo tiempo para poner el 6-0 de penal. Es más,
afuera quedaron tipos como Lucas Olaza, lateral proveniente de Talleres, entre otros.
Buen estreno
Sin embargo y más allá de todo, fue la noche de Zárate. El delantero sabía que, apenas diera el pitazo inicial Darío Herrera, sería el primero al que el Mundo Boca le tomaría lista. Y el ex-Vélez anduvo bárbaro, de arranque nomás.
Se hizo cargo de un tiro libre que dio en el travesaño y que Magallán mandó adentro para abrir el marcador. Luego, le tocó conducir el contraataque. Su pase fue profundo para Pavón y el centro le cayó al pie a “Wanchope”, quien hizo el toque final a la red.
Zárate estaba agrandado y no le gustó que Edwin Cardona le sacara la pelota para ejecutar el tiro libre posterior que venía de estrellar en el travesaño. La circunstancia ameritó la intervención del juez Herrera, quien les dijo: “Muchachos, no es para discutir”.
El partido siguió, y del 2-0 a la goleada, Boca llegó rápido. Pablo Pérez convirtió dos consecutivos (sus tiros al arco contaron con la inestimable colaboración del arquero Quinteros (se tiró tarde) y Caro (desvió el tiro y descolocó al “1”), Paolo Goltz hizo el quinto y Tevez, de penal, llevaron el resultado al 6-0. “Hicimos las cosas bien. Estoy para dar una mano y para sumar”, contó Zárate, cuya presencia corrió al banco a Tevez.
Y a propósito de Carlitos, se hizo cargo del penal que le hicieron a Villa y, tras el juego, dijo: “Voy al banco y lo acepto. Soy hincha y tengo que ayudar, sea o no titular”.
Lo cierto es que Boca pasó y su próximo rival será San Martín de Tucumán, que viene de ascender a la Superliga y que promete darle pelea. El partido se jugaría el 22 o el 23 del corriente.