La Provincia estudia legislaciones más restrictivas

Con estadísticas similares a las de la Nación, en el Gobierno provincial también estudian cómo reducir las enfermedades crónicas asociadas con hábitos poco saludables. “De las 10 principales causas de muerte de 2016, nueve fueron por patologías relacionadas con estas enfermedades”, refuerza Leonardo Mongi, director de Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) del Ministerio de Salud provincial.

“No somos muy optimistas respecto de las encuestas de factores de riesgo que se están haciendo este año, porque según las proyecciones, son problemáticas en aumento, que estamos estudiando para poder hacer énfasis en la prevención”, apuntó, y adelantó que están trabajando articuladamente con la Unicameral para promover legislaciones más acertadas.

“En el caso del tabaquismo, además del etiquetado y las restricciones de marketing, queremos legislar también sobre el cigarrillo electrónico que, aunque está prohibido por la Anmat, se lo ve por todos lados”, explicó Mongi.

Sobre ellos, precisó que no está comprobado que ayuden a quien pretende dejar de fumar, y que por el contrario tienen nicotina, metales pesados, conllevan riesgos de explosión, son inductores del hábito y hasta son atractivos para los niños. “No hay nada que diga que son recomendables”, sentenció.

Raquel Pendito, coordinadora del Programa de Tabaquismo, reforzó que se trata de otra forma de consumo, y que no es inocuo. “Ni el cigarrillo electrónico, ni la anarguila, ni el cigarrillo armado, ni el habano están exentos del riesgo que implica fumar; no hay forma segura de fumar”, señaló.

Verónica Schoj valoró que la suba de impuestos al tabaco dispuesta en 2017 alcanzó también al tabaco suelto para armar cigarrillos. “La modalidad de armar cigarrillos se impuso por razones económicas, cuando el aumento impositivo a los cigarrillos excluyó a estos productos, y se transformaron en una manera mucho más económica de fumar”, explicó.