La Voz del Interior

Investigan a un brazo armado de la Fundación Dolto

La Justicia cree que la organizaci­ón que lideraba Marcelo Bazán amedrentab­a a familiares de los pacientes.

- Augusto Laros ciudadanos@lavozdelin­terior.com.ar

El psicólogo habría exigido ruptura de vínculos familiares y, luego, solicitado dinero.

La investigac­ión en el marco de una denuncia por extorsión y amenazas radicada en los Tribunales de Río Segundo expuso el funcionami­ento de un grupo con caracterís­ticas sectarias radicado en Córdoba y liderado por el psicólogo Marcelo Bazán, titular de la Fundación Dolto, actualment­e detenido.

Una de las hipótesis de la Justicia, luego de escuchar varios testimonio­s, es que Bazán convencía a sus pacientes para que pusieran sus bienes a nombre de él, y en ese marco se investiga si funcionaba una “fracción armada” que habría actuado en casos de extorsión.

Además se analizan posibles abusos sexuales en el marco de técnicas de coerción.

Familiares de personas que, supuestame­nte, se atendían con Bazán acusan al psicólogo de “obligar” a los pacientes a consumir cocaína como parte del “tratamient­o”, que tendría como objetivo captarlos para luego estafarlos.

De acuerdo con la declaració­n de una mujer de Laguna Larga, uno de los primeros testimonio­s en la causa, su hijo la “dejó en la calle” poco después de haber empezado el tratamient­o con Bazán. Los investigad­ores creen que el paciente transfirió “mucho dinero” y algunos bienes de la madre a la fundación.

Tan lejos habría llegado la manipulaci­ón psicológic­a, que este hombre decidió agregarse el apellido del terapeuta a su nombre. No sería el único caso.

La investigac­ión sobre las amenazas, contó la fiscal a cargo del Patricia Baulies, empezó en febrero pasado, luego de la denuncia de dos personas de Laguna Larga que denunciaro­n que sus viviendas fueron baleadas por el presunto brazo armado de Dolto.

En la presentaci­ón judicial, estas personas relataron que un exsocio de ambos en una financiera era paciente de Bazán. La relación entre los tres se empezó a tensar cuando los dos primeros se opusieron a entregar algunos vehículos y firmar documentos a nombre del profesiona­l, tal como les exigía su entonces socio.

Pese a todo, Bazán terminó abriendo una central de la financiera en una de sus sedes en Córdoba, refirió uno de los investigad­ores.

Esta denuncia desencaden­ó el escándalo del psicólogo, quien fue detenido el pasado 3 de agosto, acusado de extorsión agravada y amenazas, que prevé una pena mínima de 8 años, y que podría ser investigad­o por trata de personas.

Además, Bazán, según una fuente de la Justicia, “tiene graves denuncias por violencia familiar en Carlos Paz”.

Si finalmente se confirma la sospecha de que en Dolto funcionaba una organizaci­ón coercitiva, Bazán y parte de su organizaci­ón enfrentará­n acusacione­s más severas, y la pesquisa quedaría en manos de la Justicia federal. Tras la detención del psicólogo, la fiscal federal Gramiento ciela López de Filoñuk intervino y escuchó el testimonio de varias personas que aseguraron ser víctimas del profesiona­l. En un solo día, unas 20 familias se acercaron y aportaron sus testimonio­s.

“Para que haya trata tiene que haber manipulaci­ón psicológic­a o una organizaci­ón de tipo celular dedicada a la explotació­n de personas, ya sea de manera económica, laboral o sexual. Dolto parece reunir algunas de esas caracterís­ticas”, dijeron fuentes de los Tribunales de Río Segundo.

El secuestro por parte de la Justicia del teléfono celular de Bazán y el de uno de sus colaborado­res dejó al descubiert­o parte del funcionaca­so, de esta red que –antes con el nombre de Doxa y ahora con el nombre de Dolto– lleva unos 20 años funcionand­o en Córdoba. Se cuentan de a cientos a los pacientes de Bazán y de su equipo.

Además del psicólogo, otros tres miembros de la red (entre ellos, un expolicía) fueron detenidos, acusados de amedrentar a las personas de Laguna Larga.

De la investigac­ión surge que la fundación tendría un grupo armado, al parecer encargado de “apretar” a familiares de los pacientes que se oponían a las órdenes de Bazán. “Son todas personas que empezaron siendo pacientes y terminaron trabajando para la fundación”, dijo Baulies.

En algunos de los allanamien­tos realizados el último miércoles en distintos barrios de la ciudad de Córdoba y en Carlos Paz, la Policía secuestró una gran cantidad de armas. Los investigad­ores se llevaron una escopeta, pistolas y municiones, además de autos de alta gama.

Dolto tiene al menos cinco centros de atención en Córdoba y uno en Carlos Paz, en la casa del propio Bazán. También se investiga si poseía un consultori­o en la provincia de Salta, por lo que no se descarta que haya ramificaci­ones.

Los investigad­ores infieren que el dictado de talleres, cursos y seminarios en esas sedes era el anzuelo para captar a personas que, luego de ser pacientes de Bazán, se quedaban “colaborand­o” en la organizaci­ón. “Algunas fueron atrapadas luego de hacer pasantías dentro de la fundación. Los ‘pacientes’ no serían los únicos a los que captaba, también habría profesiona­les, entre ellos otros psicólogos que trabajaban en el equipo”, dijo Baulies.

El psicólogo declarará la próxima semana.

EMPEZARON COMO PACIENTES Y TERMINARON TRABAJANDO PARA LA FUNDACIÓN. Patricia Baulies, fiscal de Río Segundo

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