Cuadernos: Roggio acordó colaborar y Wagner reveló detalles de las coimas
La de ayer fue una jornada febril, con nuevas detenciones y empresarios arrepentidos. El titular del Grupo Roggio anticipó su presencia ante Bonadio. Liberaron a Neira, de Electro.
Aldo Roggio, titular del poderoso Grupo Roggio, acordó ayer colaborar con la Justicia en el marco de la causa por supuesto pago de coimas en distintas obras durante la gestión kirchnerista.
Fuentes judiciales indicaron que Roggio quedó imputado como supuesto partícipe de asociación ilícita. Desde la firma dijeron que será “colaborador voluntario”.
Carlos Wagner, extitular de la Cámara de la Construcción, se transformó en colaborador, aceptó haber pagado coimas y fue liberado. La confesión provocó la detención de Juan Carlos Lascurain, expresidente de la Unión Industrial. También recuperó la libertad Jorge Neira, de Electroingeniería.
El empresario cordobés Aldo Roggio acordó ayer con la Justicia colaborar en la investigación sobre el supuesto pago de coimas multimillonarias a funcionarios durante los gobiernos kirchneristas, abierta a partir de “los cuadernos de la corrupción” que dijo haber escrito el chofer Oscar Centeno.
Según fuentes judiciales, en una presentación anticipada este viernes, Roggio habría sido imputado como partícipe necesario de una asociación ilícita que, de acuerdo con la acusación de la fiscalía, lideraban Néstor y Cristina Kirchner.
Sin embargo, desde el entorno del titular del poderoso grupo empresario se limitaron a asegurar a La Voz que Roggio se presentó “en el marco de la ley de colaborador voluntario”.
“No podemos adelantar el contenido de la declaración, ya que todavía no ha sido homologada y rige el secreto de sumario”, agregaron. Esa homologación, que debe firmar el juez Claudio Bonadio, se realizará el lunes.
El Grupo Roggio tiene 110 años de antigüedad y luego de iniciarse en la construcción, se diversificó hacia los servicios (ver página 9).
Otros dos empresarios con vínculos con Córdoba fueron protagonistas también ayer. Jorge Neira, gerente de la firma cordobesa Electroingeniería, se acogió a la figura del imputado colaborador.
Según consignó Clarín, admitió aportes realizados “en época de campaña electoral”. No habló de “coimas”, pero reconoció que hubo dinero entregado, “aunque en sumas inferiores a las señaladas en la causa”. El relato está en línea con lo declarado por la mayoría de los otros arrepentidos.
En cambio, el director y vicepresidente de Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, sólo amplió su declaración indagatoria y seguirá detenido en el Complejo Penitenciario Federal 2, en la ciudad bonaerense de Marcos Paz.
Las novedades respecto de ese trío de empresarios fueron parte sobresaliente del superviernes en que se convirtió ayer la jornada en los tribunales porteños de Comodoro Py.
Por el juzgado de Claudio Bonadio, desfilaron el exministro de Planificación Julio De Vido (ver página 10), también detenido en Marcos Paz, pero por otra causa; el segundo máximo ejecutivo del grupo Techint y vicepresidente de la UIA, Luis Antezana, y el extitular de la Cámara Argentina de la Construcción, propietario de la
Osvaldo Acosta, uno de los dueños de Electroingeniería y socio del detenido Gerardo Ferreyra, presentó ayer un escrito ante el juzgado de Claudio Bonadio. De esta manera, por primera vez desde que estalló el escándalo político empresarial en torno de la corrupción en la obra pública, Acosta toma contacto con el juzgado. La situación de Acosta podría complicarse luego de que Neira, un directivo de su empresa, se acogió a la figura de “arrepentido”. constructora Esuco, Carlos Wagner, quien también solicitó ser considerado “imputado colaborador”, dispuesto a aportar datos a la investigación a cambio de mejorar su condición procesal (ver aparte).
También declaró ayer Hugo Eurnekian, titular de una empresa integrante del Grupo América que dirige su tío Eduardo Eurnekian.
Acuerdos homologados
Sobre el final de la jornada, se conoció que Bonadio homologó los pedidos de Neira, de Wagner y de Claudio Glazman (Sociedad Latinoamericana de Inversiones SA), por lo que recuperaron su libertad.
Con ellos ya son ocho los integrantes del “club de los arrepentidos”, al que se sumó el lunes Ángelo Calcaterra, primo del presidente Mauricio Macri y exdueño de la constructora Iecsa, quien se presentó espontáneamente y continuó en libertad.
Los primeros en obtener ese beneficio habían sido la semana pasada: Javier Sánchez Caballero, ex-CEO de Iecsa; el abogado cordobés Juan Carlos De Goycoechea (ex-Isolux); Héctor Zabaleta, exdirector de Techint; Armando Loson, del Grupo Albanesi, y Oscar Centeno, el exchofer de Roberto Baratta, hombre de confianza de De Vido, autor de los escritos con los detalles de los supuestos pagos ilegales a funcionarios K entre 2008 y noviembre de 2015, según la imputación del fiscal Stornelli.
A juzgar por los citados y los que se presentaron voluntariamente, la línea investigativa parece concentrarse en esta primera etapa en los empresarios y en las grandes empresas (unas 23 de la construcción y del sector energético), que comenzaron a ser investigadas también por presunta evasión fiscal y por lavado de dinero después de la reunión que el juez Bonadio mantuvo con el titular de la Afip, Leandro Cuccioli.