Cuando las dificultades marchan sobre ruedas
Turbulencia, recesión, crisis. Cualquiera sea el nombre con que se catalogue al remolino de problemas económicos que padece el país, lo cierto es que sus consecuencias son tangibles en diversos planos de la realidad cotidiana.
Una de esas dimensiones es el mantenimiento de los vehículos, el tema que elegimos para nuestro informe del Primer plano de hoy, para el cual recurrimos a diversas fuentes, desde mecánicos hasta productores de seguros. También, a los registros de los talleres de la inspección técnica vehicular (ITV), que demuestran una baja del 15 por ciento en la cifra de inspecciones entre 2017 y 2018.
Tanto la sostenida inflación como la fuerte suba en la cotización del dólar en los últimos meses impactaron de forma directa en la atención mecánica y en el cuidado de los rodados. Muchos de los costos se dispararon –combustibles, repuestos, seguros, mano de obra, tributos–, todo lo cual conforma un combo de gastos en ebullición, difíciles de asumir por los propietarios que sufrieron una progresiva erosión de sus ingresos. Mantener un auto exige en la actualidad unos seis mil pesos por mes.
Si bien el mal estado de los vehículos no está entre las causas principales de los siniestros viales –que siguen siendo un flagelo en las rutas del país–, no es en absoluto recomendable salir de viaje en
LA PROBLEMÁTICA SITUACIÓN ECONÓMICA DEL PAÍS TOCA UN PUNTO SENSIBLE: LA SEGURIDAD VIAL.
un rodado que pueda sufrir fallas mecánicas. Se pone en riesgo la vida de uno y del prójimo.
En ese sentido, la problemática situación económica toca un punto sensible: la seguridad vial. El ahorro forzado en un cambio de neumáticos puede implicar un mal mayor tarde o temprano: un choque, con roturas de importancia o lesiones de gravedad.
Es un círculo vicioso que explican muy bien los productores de seguros: la situación de falta de mantenimiento tiende a aumentar la siniestralidad; y esta, a su vez, incrementa el costo de las pólizas. Nuestro Primer plano muestra los elementos que componen ese intrincado fenómeno, en el que coinciden factores económicos, culturales y sociales.