La alta inflación afecta la coparticipación, que cayó tras 16 meses
La inflación del mes pasado –del 3,1 por ciento según el Indec– marcó un punto de inflexión en el envío de fondos nacionales en concepto de coparticipación hacia las provincias: por primera vez en 16 meses se registró una baja interanual en términos reales.
Si se tienen en cuenta a la Provincia de Buenos Aires y a la Ciudad de Buenos Aires (Caba), la baja fue del 0,1 por ciento; pero sin considerar esos dos distritos, la caída es mayor: tres puntos porcentuales.
Según el informe, elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), este fenómeno no se registraba desde febrero de 2017.
De acuerdo con la investigación, el monto recibido por el total de las jurisdicciones en concepto de coparticipación y leyes especiales alcanzó los 87.371 millones de pesos en julio, un crecimiento nominal del 31,1 por ciento respecto del envío de fondos durante el mismo mes del año pasado.
Hay que tener en cuenta que este año, a partir del consenso fiscal firmado con los gobernadores, la coparticipación contiene un envío por compensación a las provincias en un monto equivalente a la disminución de recursos que surgió de la eliminación del artículo 104 de la Ley de Impuesto a las Ganancias y del destino de la recaudación total del Impuesto al Cheque a la Anses.
La situación es distinta si se analiza 2018 completo. Comparando los valores correspondientes a los primeros siete meses del año, el consolidado provincial recibió 590.556 millones de pesos. Esto representa un crecimiento en el período de 43,8 por ciento en términos nominales, y de 13,2 por ciento en términos reales.
Volviendo a julio, Córdoba, Santa Fe y San Luis fueron las más golpeadas por la caída de los envíos en términos reales, ya que decrecieron 4,8 por ciento para los dos primeros casos, y 4,6 por ciento para la provincia puntana.
La recaudación, también
Para las finanzas de la Provincia, esto se suma a otro problema: la caída de la recaudación propia.
La recaudación por Ingresos Brutos, que constituye el 70 por ciento de los ingresos propios, bajó un seis por ciento en julio. Este es el mayor síntoma de una retracción de la actividad económica.
Mientras que el Inmobiliario, la otra gran fuente de recursos locales, sólo subió un 0,5 por ciento, desagregando la inflación.