Lara, una niña víctima del fuego, pero también de la pobreza
La niña de 9 años murió ayer tras prenderse fuego la precaria casa de su familia en villa Los 40 Guasos. Su melliza está internada. En lo que va del año, ya hay 17 muertos a causa de distintos incendios domiciliarios ocurridos en la provincia de Córdoba.
La precariedad más absoluta terminó por convertirse en una trampa mortal de fuego. La vida de Lara Olea, una pequeña de sólo 9 años, tuvo un corte abrupto durante la madrugada de ayer, cuando ardió la casilla de su familia, en villa Los 40 Guasos, un asentamiento de barrio Ampliación Ferreyra, en las profundidades de la periferia sudeste de la capital cordobesa.
Su padre, un hombre de 36 años, buscó en un calentador vetusto un poco de calor en medio de la intemperie arropada con chapas y paredes de madera. Un monoambiente de sólo 15 metros cuadrados.
Una pava permanentemente encendido, contaban ayer en la zona del desastre, fue el único modo que encontraba para intentar que sus cuatro pequeños hijos de entre 7 y 10 años no sufrieran tanto frío durante las noches y las madrugadas.
Pero, ayer, aquel intento trocó en desazón: algo falló, y pronto la casa de bulevar Rivadavia al 4800 quedó envuelta en llamas.
Lara se convirtió en la 17ª víctima fatal por incendios domiciliarios en lo que va del año en la provincia de Córdoba.
La mayoría de estos casos están asociados al frío y al modo de calefacción que se utiliza.
Entre los fallecidos, hay tres niños de corta edad.
Un caso similar al de ayer sucedió hace poco más de un mes, el pasado miércoles 11 de julio, cuando un pequeño de 2 años murió en un siniestro que se desencadenó en otra precaria vivienda de la localidad de Avellaneda, departamento Ischilín, al norte de la provincia.
La estructura de techo de chapa aislado con planchas de telgopor se convirtió en una gran bola de fuego justo cuando una tía que estaba a su cuidado debió irse a bañar a otro lugar, ya que esa parte de la casa no tenía baño.
La joven contaría luego que se produjo un corte de luz y que al volver encontró que todo era fuego en el interior del hogar, por lo que le resultó imposible ingresar a salvar al pequeño.
De madrugada
La tragedia de villa Los 40 Guasos sucedió minutos después de las 4, en medio de la cruda madrugada. Jorge Olea intentó como pudo sacar a los chicos antes de que el fuego consumiera todo.
Junto con un grupo de vecinos que lo ayudaron en medio de la desesperación, logró rescatar a tres niños de 7, 9 y 10 años, pero cuando fue por Lara (también de 9), ya el incendio no lo dejó reingre- sar más.
Al lugar concurrieron dos dotaciones de Bomberos y médicos del servicio de emergencias 107, que constataron el deceso de la pequeña de 9 años que había quedado atrapada.
Su hermana melliza de 9 años (Kiara) y otro hermano de 10 (Maximiliano) fueron trasladados al Hospital de Niños, ya que se detectó que se habían intoxicado por inhalación de monóxido de carbono, además de sufrir quemaduras.
La nena se encuentra en grave estado, con quemaduras en el 20 por ciento del cuerpo y las vías aéreas comprometidas, según adelantó una médica. Estas horas son cruciales para determinar su evolución.
El otro hermanito de 7 años (Tiago) también fue asistido en el lugar por personal del servicio de emergencias 107 y luego derivado al mismo centro asistencial, aunque no sufrió lesiones de consideración.
El padre, por su parte, fue derivado al Instituto del Quemado. En su intento desesperado de salvar a sus hijos, terminó con lesiones producidas por el fuego.
El informe de Bomberos, si bien aún no concluyó en lo que respecta al inicio del fuego, describe la precariedad estructural de la vivienda familiar: tras el incendio, se constató un colapso total de techos y muros. O sea, no quedó nada.