Por algo le dicen “el Muro”
La historia del central peruano que creció viendo a Maldini y a Puyol, y que admira a “Leo”. El defensor llegó a barrio Jardín por recomendación de Gareca.
Miguel Araujo quiere justificar su apodo en la zaga de la “T”.
Miguel “el Muro” Araujo es un tipo que le da la bienvenida a esa suerte de infiernos futboleros que conforman rivales encumbrados difíciles de vencer en sus canchas. No teme porque es un tipo de mucha personalidad, pese a sus 23 años. No por nada forma parte del seleccionado peruano conducido por Ricardo Gareca. “El Flaco” fue quien lo recomendó en Talleres.
Con Javier Gandolfi en condiciones de volver tras una lesión, el DT Vojvoda prefirió el debut del zaguero procedente de Alianza de Lima, y él jugó como si se tratara de un Mundial. La pelota pasó, pero el rival, jamás. Jugó hasta el límite del reglamento y hasta cometió un penal, pero Talleres ya no sufrió goles con pelota detenida y los delanteros rivales, como Santiago Silva y Matías Gómez, padecieron su rigor. Como lo sufrió Lionel Messi por eliminatorias.
“¿Si fui vehemente? Se trata de que a uno lo respeten. De marcar presencia. Es una liga muy dura y friccionada. Pero me sentí bien. Todos somos fundamentales. Había que tener concentración porque nos habían hecho muchos goles de pelota parada y no podía ser. No debía pasar. Son jugadas al límite. Levanté la pierna ante Gómez. Sin mala intención. Pero no sé de qué penales me hablan. El balón lo tenía yo. Si era penal, el juez lo cobraba”, ironizó Araujo. –¿De dónde viene ese estilo? –Crecí mirando a Paolo Maldini y a Puyol. Alberto “el Pelado” Rodríguez fue mi referente local. –Arriesgaste mucho...
–El DT nos dijo que había que estar los 90 minutos concentrados. No sólo me lo indicó a mí, sino también a los compañeros. Si estamos compactos, es difícil que nos hagan daño. Yo vine para jugar y aportar. Uno da su mayor esfuerzo en cada entrenamiento y encuentro. Uno está a disposición del entrenador y debe trabajar y meter. Quintana y Guiñazú son jugadores experimentados que te hablan y que te hacen sentir parte de la familia muy rápido. Estoy tranquilo.
–Llegan Godoy Cruz y “el Morro” García. ¿Qué sabés?
–Me gusta analizar a los “9” y a los volantes por fuera. Ayuda. Con “el profe” y los ayudantes lo hacemos en la semana. A Gimnasia le ganamos bien y eso nos dejó tranquilos. Llega Godoy Cruz. Uno de local tiene que ganarlo todo y de visitante, no debe perder.
–El día que Talleres juegue con Central por Copa Argentina, Perú chocará con Holanda y luego con Alemania...
–Sí. Esos partidos te abren, sirven para crecer. Pero venir a Talleres fue muy importante.
–¿Por qué no debutaste en el Mundial? ¿Gareca te lo dijo?
–No. No te explica eso. El DT es el jefe y decide. Sólo nos queda trabajar para poder estar a disposición. No me olvido que él fue quien me recomendó a Talleres. Me dijo que crecería.
Admirador del “10”
Antes de Silva, Gómez y del fútbol argentino, “el Muro” Araujo tuvo una cita con sus emociones. Jugó por eliminatorias ante Messi, su ídolo, quien lo felicitó al final. –¿Cómo fue marcar a Messi? –Me le acerqué al final. Soy su hincha. Me encanta cómo juega y me acerqué para desearle éxitos. Que más allá de que hablen o que digan lo que digan de él, siempre será el mejor del mundo. Messi me reconoció el trabajo que hice. Me felicitó por el partido que hice. –¿Si fuera peruano?
–Lo alabaríamos. Pero cada uno con lo que tiene.