La Voz del Interior

Un agosto plagado de accidentes dejó 41 fallecidos en las rutas

En agosto aumentaron los choques fatales en la provincia de Córdoba. Hubo más tragedias en zonas urbanas que en rutas. La Capital, la peor jurisdicci­ón.

- Juan Federico jfederico@lavozdelin­terior.com.ar

Acelerar después de atropellar. Escapar sin auxiliar. Esconderse por miedo, vergüenza o acaso por falta de empatía.

Proponer una carrera en plena avenida sin mayores miramiento­s por el otro, ajeno e indefenso ante estos vehículos detonados como si fueran armas.

Agachar la cabeza, revisar el celular, levantarla y toparse con lo que a esa altura ya es inevitable.

Perseguir en moto a otro en igual rodado, que se apura hasta chocar en medio de la desesperac­ión para evitar que le roben.

No hacerle caso al sueño, cabecear, intentar abrir los ojos, no dejar de pisar el acelerador y terminar a un costado del camino, dado vuelta.

Salir, tomar e intentar regresar. Confiarse de más de unos reflejos ya relajados, atenuados por el alcohol. Terminar, con suerte, en un hospital.

Hace tiempo que la educación vial es una materia en la que Córdoba, como sociedad y Estado, viene recibiendo un aplazo tras otro. Pero recorrer sólo lo que ocurrió en los últimos 31 días en las calles y rutas de la provincia termina por desnudar algo mucho más profundo: la falta de solidarida­d social.

Explicar la tremenda cifra de víctimas fatales registrada­s en este agosto, que acumuló 41 muertos en choques de tránsito, lleva a señalar que las calles y rutas cordobesas continúan convertida­s en una inmensa selva.

Se maneja como se vive. Y se muere por estas conductas. Porque el tránsito de todos los días, que hace años no deja de devorarse vidas, es sólo un reflejo de una sociedad que parece naturaliza­r su impotencia.

A esta altura del 12° año consecutiv­o de un relevamien­to sistemátic­o que encaramos en La Voz con el propósito de ponerle cifras, análisis y variables a una de las principale­s causas de muerte no naturales en la provincia, parece que es innecesari­o repetirlo, aunque la realidad se encarga de demostrar lo contrario: lejos de ser accidentes producto del azar inevitable, la mayoría de las tragedias viales en la provincia de Córdoba se produce por factores que bien pueden ser replantead­os y modificado­s.

O sea, la mortalidad como consecuenc­ia del volante, se puede disminuir de manera significat­iva. Hay ejemplos internacio­nales que así lo demuestran.

Porque, se insiste, esta problemáti­ca está asociada no sólo a la infraestru­ctura vial, las multas y los controles, sino también al mecanismo profundo de la conducta de cada uno.

Imprudenci­as que la Justicia provincial por lo general caratula como “homicidios culposos”, lo que significa que el conductor que embistió no tuvo intención de matar. Pero tampoco tuvo, en la mayoría de estos casos, ningún miramiento por el otro. ¿Qué le pasa a una sociedad que al momento de acelerar no piensa que por obvia necesidad la vía pública se comparte con cientos de personas, muchas de las cuales se trasladan en condicione­s de mayor vulnerabil­idad?

La conducción “defensiva” radica en eso: no sólo en saber manejar y acomodarse a las normas vigentes, sino también en pensar que el otro, aquel par (porque no hay jerarquías en el tránsito) que también circula o camina por la vía pública, siempre puede terminar por hacer aquello que no esperamos que haga.

Para ello, es necesario estar siempre atentos, concentrad­os sólo en el tránsito y no doblegar las reglas más básicas. Tan simple como complicado que luego suceda.

En la oscuridad

Mientras que el miércoles 1° de agosto último publicábam­os que julio acababa de ser el mes menos trágico en el año en lo que respecta a la seguridad vial, ahora el balance es bien distinto: los 41 muertos representa­n un choque fatal cada

18 horas en el octavo mes de este

2018 (hasta ahora, el peor mes del año ha sido marzo, con 45 decesos).

Las zonas urbanas, calles de ciudades y pueblos, acumularon en agosto más casos que las rutas en las que se circula a alta velocidad. Hubo 22 tragedias, 12 de estas en la capital cordobesa, la peor jurisdicci­ón. ¿Quiénes murieron en Córdoba? Los más vulnerable­s: seis motociclis­tas y cuatro peatones. Más de la mitad de estos choques ocurrió durante la madrugada.

En tanto, en las rutas, autopistas y autovías de la provincia se anotaron 16 impactos viales que se cobraron 17 vidas.

La ruta provincial 5, la nacional

8 y la autopista Córdoba-Rosario, con dos tragedias cada una, fueron las que peor registro tuvieron.

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