La Voz del Interior

El goteo de los uniformes manchados Claudio Gleser

- Claudio Gleser Código rojo cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

Como un vidrio que se rompe por un cascotazo y todo se resquebraj­a, la confianza en la Policía de Córdoba no para de desgranars­e. Si el andamiaje de la fuerza se mantiene en pie es, claro, porque los buenos aún son más que los malos efectivos. Sin embargo, eso no puede ser un consuelo.

La confianza en la Policía venía mal y se destruyó no hace mucho. La llaga que dejó la eterna nochemadru­gada del acuartelam­iento en que nos dejaron solos sigue fresca. La forma en que se dejó desprotegi­da a la población fue el último paso en falso, que hizo trizas el contrato de credibilid­ad hacia quienes portan chapa y pistola.

Desde entonces, hace casi cinco años, la fuerza no dejó nunca de protagoniz­ar escándalos de distintos hedores. Nunca.

Y a la gente no le quedó otra que acostumbra­rse a ver de qué manera sistemátic­a aquellos que visten uniforme (todos ellos hombres) y que prometiero­n cumplir la ley, vienen cayendo uno tras otro por faltas y delitos. Sobre todo, muchos delitos. Principalm­ente, delitos contra la propiedad. ¿Más claro? Son policías, pero caen por ladrones.

Los casos ya no sorprenden ni indignan. Directamen­te, cansan. A quiénes les dieron uniforme y pistola durante todos estos años, es una pregunta cada vez más agobiante.

En las últimas horas, en el marco de un megaoperat­ivo para desarticul­ar una compleja banda dedicada al robo y desguace de autos en Capital, cayeron cuatro policías. Uno, para que quede claro, directamen­te iba de “caño” a los robos.

Días atrás, tres policías cayeron presos por robos en Villa María. Dos de ellos están sospechado­s de integrar una banda que asaltaba a familias. Todo eso se conoció mientras en el Centro cordobés vecinos atrapaban a un agente, que escapaba armado tras asaltar un sexshop. Esa misma tarde, ante consultas de este medio, un jefe policial dijo que no había pasado nada.

Cuando no es por abusos policiales, es por violencia de género. Cuando no es por apretar a periodista­s, es por vender drogas.

Cuando no es por “truchar” con adicionale­s, es por robar nafta o pertrechos.

Cuando no es por asaltar, es por alertar a delincuent­es sobre allanamien­tos.

La Policía es, desde hace años, el gran problema de la Policía. Y los policías ladrones son el gran problema de los problemas.

La situación no es exclusiva de Capital. En el interior, hay grandes escándalos.

En Río Tercero avanza una causa contra policías por estafas con adicionale­s truchos; en Río Segundo, cayeron jefes al descubrirs­e la reventa de piezas de autos secuestrad­os.

No nos confundamo­s. Muchos de los escándalos vienen siendo causados por policías delincuent­es de bajo rango –muchos de ellos ingresados por pésimos controles durante estos años–, pero tantos otros delitos son cometidos por oficiales jefes, sobre quienes uno se pregunta cómo fue posible que hayan llegado tan alto.

Las últimas estadístic­as son elocuentes. En 2017, al menos 250 efectivos fueron sacados de servicio por delitos o faltas administra­tivas: un policía cada 32 horas. Las cifras de 2018 no serían mucho mejores.

La corrupción en la Policía, como se demuestra cada semana, es un problema estructura­l que llevará años controlar y erradicar.

Como si fuera poco, la población debe ver cómo el lodo fétido sigue emergiendo en denuncias y contradenu­ncias entre empresario­s de la noche, exfunciona­rios provincial­es, expolicías y toda una fauna que uno desearía ya no ver. Sin contar que aún hoy, a ciencia cierta, nadie tiene claro (la Justicia, menos) cuántas armas hay o se han perdido (robado) de la Policía.

Una fuerza con una Jefatura de la que no hace mucho, de forma mafiosa, se robaron 72 pistolas y balas para dárselas a la otra delincuenc­ia.

La confianza se construye sobre bases sólidas. No con un goteo incesante de uniformes azules manchados.

LOS POLICÍAS SON EL PROBLEMA DE LA POLICÍA. Y LOS POLICÍAS LADRONES SON EL GRAN PROBLEMA DE LOS PROBLEMAS.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina