Fuerte inversión en Colonia Caroya
La empresa alemana KWS invertirá tres millones de dólares en una estación experimental en Colonia Caroya para mejorar la calidad del maíz. La inversión se desarrollará a lo largo de tres años y ya se han iniciado los trabajos para la construcción de las instalaciones.
En los últimos dos años, el maíz es la producción agrícola que más ha crecido en el país. Y la provincia de Córdoba es la que aporta el mayor volumen: más del 30 por ciento.
Debido a este protagonismo, los proveedores de semillas desarrollan estrategias para desembarcar en su territorio. No sólo para abastecer la demanda de los producto- res cordobeses, sino también como puerta de acceso hacia el norte del país, donde el maíz también tiene mucho potencial.
Con esa intención, el semillero alemán KWS está invirtiendo en la provincia. Eligió la zona entre Colonia Caroya y Jesús María, en el departamento Colón, para levantar una estación experimental enfocada en el maíz. Allí pondrá en marcha su segundo programa nacional de mejoramiento de semillas para el cultivo.
Con una inversión de tres millones de dólares por los próximos tres años, el semillero ya trabaja en la construcción de las instalaciones. Además ya adquirió un campo de 20 hectáreas donde llevará a cabo los ensayos.
Fundada en 1856, KWS está presente en 70 países donde se dedica al mejoramiento y a la producción de semillas de productos agrícolas.
Es líder mundial en mejoramiento de remolacha azucarera, actividad que representa más del 40 por ciento de la cifra de ventas, según datos de la compañía.
Semilla adaptada
La empresa alemana hace 28 años que trabaja en la Argentina en la investigación y desarrollo de productos agrícolas.
Con el primer programa de mejoramiento, que tiene como epicentro sus instalaciones en Pergamino (Buenos Aires), el semillero logró producir híbridos que presentan potencialidad y estabilidad para la región pampeana.
“El segundo programa de mejoramiento genético está abocado a resolver, desde una búsqueda de genética superadora, los desafíos que representan para los productores las siembras más tardías y los ambientes de norte argentino”, justificó Federico Larrosa, coordinador de Marketing del semillero.
La investigación y el desarrollo que KWS realizará en Córdoba comienzan con material genético traído de China, de Estados Unidos y de Brasil. Que, sumado a los ya existentes en el país, permitirá crear semillas adaptadas al ambiente del norte de Córdoba.
“El objetivo es asegurar tecnología para condiciones ambientales extremas y las más importantes enfermedades”, destacó Larrosa.
Dentro del mercado nacional de semillas de maíz, que en la próxima siembra alcanzaría el récord de 5,4 millones de hectáreas, KWS tiene entre seis y siete por ciento de participación. De cada 100 bolsas con semillas que se venden, el semillero alemán contribuye con entre seis y siete. “El objetivo es mejorar esa participación con las nuevas semillas adaptadas para el norte del país”, aseguró Larrosa. Para sembrar una hectárea de maíz, se necesitan alrededor de 1,20 bolsas. El equivalente a 60 mil semillas. La zona invierte en semillas 30 millones de dólares.