Cumplir con las obligaciones
cuidado de su hijo.
Sin embargo, es habitual que las madres tengan que recurrir a la Justicia porque los padres se resisten al pago regular de las cuotas alimentarias.
Los jueces se enfrentan siempre a la misma pregunta: ¿qué pueden hacer para que los pagos se regularicen? Y ante la falta reiterada, ¿qué sanción se aplica?
A grandes trazos, estos son los términos habituales en estas causas: la cuota es una obligación, pero cuando los montos son bajos, el pago vale más como símbolo de la presencia y el compromiso del padre que como verdadero sostén material de la existencia del menor.
Entonces, ante la falta de responsabilidad que expresa con su mora, ¿resulta lógico que, para cumplir con las normas vigentes, la Justicia decrete su detención? Un padre detenido es un padre que no trabaja; por lo tanto, no tendrá ingresos regulares para abonar la cuota fijada.
Muchos elementos de este cuadro se dejan ver en la información que sobre el caso publicó un diario neuquino. A cada una de las intimaciones previas del juez, el padre respondió que no tenía trabajo; en consecuencia, no contaba con recursos económicos.
De allí que la particular condena estipulada divida el tiempo del reo en dos: le asegura la libertad desde el lunes a la mañana hasta el sábado al mediodía, con lo cual podría cumplir con el horario de muchísimos empleos; pero lo detiene durante el día y medio de descanso semanal que tienen una inmensa proporción de trabajadores.
En paralelo, determina que al plazo de prisión no lo fija la Justicia sino el condenado: depende de cuánto tarde el padre en abonar lo que adeuda.
Es probable que, por lo novedosa, esta sentencia desate controversia. Ojalá sirva para pensar un problema que aqueja a demasiados niños y a sus madres.
Porque, como señaló el juez, la falta de pago se puede traducir en violencia de género.
De hecho, se tiende a invisibilizar las tareas de cuidado que realizan las mujeres como si se tratase de “una asignación de tipo biológica”.