Sale la nueva lista, con 500 precios acordados, entre ellos 40 alimentos
Aunque los precios no paran de subir, y todavía falta el traslado de buena parte de la devaluación de agosto, la economía argentina volvió a quedar, ni más ni menos, que regalada en dólares, como hacía años no ocurría.
Una de las quejas habituales de los consumidores que poblaron los shoppings de Miami o de Santiago de Chile, por ejemplo, era que los precios de aquí no guardaban relación con aquellos. Todo indica que la era del televisor traído en el portaequipajes del auto o en la bodega del avión finalizó por un buen tiempo. Y que, en productos más indispensables, como los alimentos, también sucede lo mismo.
Si bien para los atribulados argentinos los precios internos siguen siendo caros y lo serán más, comparados con el exterior ahora quedaron por el piso.
“La estampida de la economía ha provocado la destrucción del sistema de precios relativos, eje y factor del funcionamiento de un sistema capitalista”, explica a La Voz el economista Héctor Paglia cuando se le plantea el tema.
El mero cotejo de los precios con una cadena de supermercados de Estados Unidos presente también en Córdoba, y a un valor de 39 pesos el dólar, exime de mayores comentarios y expone con crudeza que el Gobierno deberá realizar una delicada tarea para recortar la distancia de los precios con el mundo, sin que ello termine en una incontenible espiral inflacionaria. O bien el dólar debería bajar, algo que por ahora parece improbable.
Los más consumidos
Tomado un grupo de alimentos y de bebidas de consumo habitual tanto en Estados Unidos como en la Argentina, esta diferencia salta a la vista. Vayamos a ejemplos tomados en la misma cadena de retail presente allá y acá.
Un paquete de espaguetis de la marca Colovita Perciatelli de 340 gramos cuesta en el país del Norte
1,93 dólares, es decir, casi 80 pesos. Su equivalente en la Argentina, los Mattarazzo, pero de 500 gramos (es decir, mayor cantidad), sale
28,50 pesos, o 74 centavos de la moneda norteamericana.
No es un producto indispensable en la mesa, pero el paquete de papas Lay’s de 283 gramos cuesta en Estados Unidos 2,98 dólares (o
116 pesos argentinos). Los 250 gramos (un 10 por ciento más de producto) de la misma marca se venden aquí a 1,67 dólares, o 65,21 pesos.
El aceite de maíz es un producto con cierta equivalencia dado que los dos países producen ese grano. La marca Mazzola, por 750 centímetros cúbicos, vale en Estados Unidos 2,98 dólares, 116 pesos, mientras que los 900 centímetros cúbicos cotizan en el retail cordobés a 2,12 dólares, 83 pesos.
En el rubro bebidas, la Coca Cola clásica en envase de 1,25 litros pet sale en aquel país 3,74 dólares, casi 146 pesos. La botella de 1,5 litros cuesta en Argentina
1,17, o 46 pesos, 100 pesos menos y con más cantidad de gaseosa. Un dato conocido, pero no por ello menor: el jarabe base de esta bebida se importa desde Estados Unidos.
En la cerveza hay una situación particular. En las botellas de 330 centímetros cúbicos, los precios son similares. La marca Budweiser sale un dólar allá y 1,05 la Stella Artois en Argentina. Pero, aunque no es posible compararlo por una cuestión de formatos, el precio del litro de cerveza Quilmes tiene aquí un valor imbatible en dólares: 1,33 dólares, o 52 pesos.
En el rubro café molido, es difícil comparar marcas, pero, por ejemplo, Dunkin Donuts por 340 gramos sale en esta cadena de retail en Estados Unidos 6,98 dólares, 272 pesos. El Cabrales por 500 gramos cuesta en la góndola cordobesa 147 pesos, o 3,76 dólares.
En té en saquitos, la marca Lipton por 100 unidades cotiza allá 3,48 dólares, es decir, 135 pesos, contra 104 (2,66 dólares) en igual cantidad de Green Hills.
Mayonesa, pan y carnes
Finalmente, una marca que está en ambos sitios permite trazar un paralelismo más exacto. La mayonesa Hellmann’s Clásica por 887 centímetros cúbicos vale en Estados Unidos 3,79 dólares, 148 pesos, mientras que los 950 gramos de su equivalente argentina está en 82,20 pesos, o 2,10 dólares. Puesta por
Con el apoyo de las grandes industrias alimentarias, Gobierno relanzó el programa Precios Cuidados con más de 500 productos para paliar los efectos de la aceleración de la inflación, principalmente en alimentos, bebidas y artículos de higiene personal.
La lista fue acordada tras arduas negociaciones con los supermercados y proveedores por el ministro de Producción, Dante Sica, y por el flamante secretario de Comercio Interior, Ignacio Werner.
Para conseguir la ampliación de la lista, fue vital el apoyo de las grandes alimentarias argentinas, que, si bien plantearon reparos por la incidencia del dólar en su estructura de costos, aceptaron incorporar más productos.
Como se sabe, el Gobierno dividió Comercio en dos: Werner tiene a su cargo el monitoreo de los precios internos y Miguel Braun pasó a estar a cargo de las relaciones comerciales con el mundo. Werner será entonces el responsable de controlar que los supermercados respeten el acuerdo firmado y ofrezcan los productos de Precios Cuidados en sus góndolas, en lugares visibles y sin que falte stock.
La intención pasa por asegurar que al menos 40 productos de los más de 500 sean alimentos que no registren ningún tipo de aumento al menos hasta enero próximo.
El Gobierno también dejó aclarado que sobre el resto de los productos que no formen parte del acuerdo no ejercerá ningún tipo de control ni sanción. Sólo consultará datos sobre la estructura de costos.
La Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas, en cambio, se quejó de haber quedado al margen del convenio y denunció nuevas listas con subas del 15 por ciento.