“Recalculando”, lo único que dice el GPS del show
Por su densidad poblacional, infraestructura y ubicación geográfica, Córdoba siempre fue una plaza interesante para el negocio de los espectáculos en vivo. Estar a mitad de camino entre Buenos Aires y Santiago de Chile resulta atractivo para sumar una parada más en las giras por el cono Sur, por lo cual los productores tienen a la provincia en su radar.
Además, hay desde estadios y domos hasta salas de menor aforo que han probado estar a la altura de las circunstancias para albergar a cualquier tipo de espectáculo. Así, los cordobeses nos acostumbramos a ser anfitriones de verdaderos grandes de la escena musical internacional: desde Paul McCartney a Madonna; de Metallica a Phil Collins, y prácticamente todos los artistas latinos de escala global. A la lista podríamos sumar los shows del Cirque du Soleil, por ejemplo.
Pero por supuesto que una industria del entretenimiento que corre atada al valor dólar se ve tremendamente afectada por la fuerte devaluación del peso, y las consecuencias ya están a la vista. Por el momento, y como primera manifestación, ya hay un par de números internacionales importantes que debieron ser dados de baja y que el público local no podrá disfrutar cerca de su casa.
Los productores y encargados de poner en marcha el detrás de escena del mundo del espectáculo alertan
UNA INDUSTRIA
DEL ENTRETENIMIENTO QUE CORRE ATADA AL VALOR DÓLAR SE VE SUMAMENTE AFECTADA POR LA DEVALUACIÓN
que incluso el mayor problema es la gran incertidumbre hacia adelante para una industria que se maneja con varios meses de antelación.
Para peor, otra de las variables de la que dependen los shows en vivo es, por supuesto, el valor de las entradas, algo que ya se encontraba en los límites que marca el juego de la oferta y la demanda en el mercado.
Referentes de las principales productoras locales coinciden en el Primer plano de esta edición en una radiografía descarnada y “sin anestesia” de la situación del sector, con la expectativa puesta en la misma ilusión de siempre: dar sala y volver a abrir el telón. Algo que, desafortunadamente, no parece nada sencillo por estos días.