Rabinovich: Espero que no se transforme en una oficina más
“Viví épocas en las que la ciencia estuvo relegada a una secretaría. Fue un gran logro que se transformara en ministerio. El cambio nos dio autonomía y mayor poder de decisión. Ahora se va a perder eso”, entiende Gabriel Rabinovich, investigador superior del Conicet e integrante de la Academia de Ciencia de Estados Unidos.
Este cordobés de renombre mundial agrega: “Desde el rango de ministerio podíamos aportar a muchas áreas del Gobierno, como acción social, educación, agroindustria, ambiente y, por supuesto, a salud. Espero que no se transforme en una oficina más dentro del Ministerio de Educación”.
Rabinovich está avanzando en diferentes terapias contra enfermedades autoinmunes y cáncer. Su carrera comenzó en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) hace ya casi 25 años y ahora continúa como investigador y docente en la Universidad de Buenos Aires.
“Hice toda mi carrera en la universidad pública hasta el doctorado. Luego seguí como docente. Hay que defenderla porque es el único camino para lograr la inclusión social de muchos chicos que no podrían estudiar una carrera universitaria de otra forma. Me incluyo”, asegura.
El investigador asegura que en la comunidad hay mucho miedo de que los jóvenes científicos se vayan del país. “Hay incertidumbre entre los científicos y hay miedo de que los jóvenes que viajan a hacer algún posdoctorado o curso en el exterior no vuelvan. Está bueno que se actualicen y traigan nuevos conocimientos, pero tienen que regresar porque han sido formados en la universidad pública con tanta inversión desde el Estado”, comenta.
Retroceso
El investigador recuerda que cuando Argentina creó el Ministerio de Ciencia, la decisión fue elogiada por muchos otros países que siguieron el ejemplo. “Hablamos con las autoridades y nos aseguraron que el cambio de rango será sólo un cambio de nombre y que van a preservar la estructura y el presupuesto. Pero me genera tristeza”, confiesa.
Y agrega: “Los científicos queremos que se siga valorando nuestro trabajo. Los sueldos están muy bajos más allá de la última devaluación. Para tener ciencia de calidad necesitamos más investigadores bien formados y con recursos para pagarlos”.
Rabinovich entiende que hay un momento de la ciencia que debe ser cubierto por el Estado. “No hay que verlo como un gasto, sino como una inversión a futuro. No debemos subestimar lo que puede hacer la ciencia por el país”, entiende.
El científico también está preocupado con lo que ha pasado con otras áreas como Salud y Trabajo. “La salud debe tener autonomía para tomar muchas decisiones importantes en materia de vacunación, drogas oncológicas y programas para prevenir las infecciones como el VIH”, dice.
Y finaliza, crítico con el nuevo organigrama de gobierno: “Estamos relegando a la salud, la ciencia y el trabajo, que son los pilares básicos de un país. Hay que pensar cómo mejorar la economía desde esos lugares y no al revés”.
“DESDE EL RANGO DE MINISTERIO PODÍAMOS APORTAR A MUCHAS ÁREAS COMO ACCIÓN SOCIAL, EDUCACIÓN Y, POR SUPUESTO, SALUD”.
“PARA TENER CIENCIA DE CALIDAD NECESITAMOS MÁS INVESTIGADORES BIEN FORMADOS Y CON RECURSOS PARA PAGAR SUELDOS DIGNOS”.