La Voz del Interior

Los ahorros que se pueden perder al eliminar un ministerio clave

- Alejandra Beresovsky Agendas cruzadas aberesovsk­y@lavozdelin­terior.com.ar

El año pasado, el proyecto de reforma tributaria que presentó el Gobierno nacional antes de su envío anual al Congreso tenía algunos indicios contradict­orios en materia de vinculació­n entre políticas económicas y de salud pública.

Por un lado, aumentaba la alícuota del impuesto interno a las bebidas azucaradas y con alcohol, lo cual era considerad­o como muy positivo por los sanitarist­as. Por otro lado, reducía la correspond­iente a los cigarrillo­s.

El aumento de impuestos o la creación de otros específico­s es una de las recomendac­iones que realizan entidades internacio­nales, como la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), para desalentar hábitos no saludables, como el consumo de tabaco, alcohol o azúcares.

No hay dosis inocua de cigarrillo y –pese a algunos mitos que contribuye­n a multiplica­r las multinacio­nales productora­s de bebidas que lo tienen como principal insumo– tampoco lo hay de alcohol. En otras palabras: lo recomendad­o es no fumar (ni mucho ni poco) ni tomar alcohol.

Razones culturales dificultan instalar esta idea, además de las acciones efectuadas por la poderosa maquinaria de la industria en alianza con la publicidad, el marketing y el lobby profesiona­lizado.

En el caso del azúcar, se pueden introducir algunos matices. Lo nocivo de su ingesta sí varía según la dosis, en opinión de algunos expertos, pero hay productos que generan dependenci­a, por lo que desalentar su consumo es clave.

Las bebidas azucaradas, entre las cuales las gaseosas tienen una presencia importante, son considerad­as golosinas líquidas que aportan en buena medida a la epidemia de obesidad y de otras enfermedad­es crónicas asociadas, como la diabetes.

Los mensajes de concientiz­ación son importante­s, pero insuficien­tes para revertir esta situación. Es por ello que la aplicación de medidas impositiva­s ayuda a la hora de disminuir o de erradicar hábitos de consumo poco saludables.

Prevenir las enfermedad­es crónicas y sus complicaci­ones repercute en la economía, debido a que el sistema público de salud muchas veces tiene que atender la demanda de personas afectadas por ellas.

También porque quienes tienen complicaci­ones de enfermedad­es como el tabaquismo, por ejemplo, muchas veces deben abandonar o reducir su actividad laboral, lo cual tiene un costo medible en términos de pérdida de productivi­dad.

Generar ahorros por prevención de patologías evitables requiere un cruce de agendas. Vuelve imprescind­ible que funcionari­os de distintas áreas se sensibilic­en en temáticas que no le son propias. Y también hace que sea clave que los interlocut­ores tengan igual peso simbólico. Que en reuniones de coordinaci­ón o de gabinete se encuentren, trabajen juntos, se unan en situacione­s operativas.

Aunque se subestime, el factor humano es determinan­te. Aunque en los manuales se hable de integració­n de áreas, esa integració­n se hace efectiva cuando quienes ocupan cargos ejecutivos comparten efectivame­nte eventos y acciones.

La reducción del rango del ahora ex Ministerio de Salud a Secretaría implica un retroceso en ese camino de contribuci­ón. Y, en el no tan largo plazo, puede implicar una pérdida de posibilida­des de ahorro sustentabl­e.

 ?? (LA VOZ / ARCHIVO) ?? Jura. El exministro de Salud, Adolfo Rubinstein, en 2017.
(LA VOZ / ARCHIVO) Jura. El exministro de Salud, Adolfo Rubinstein, en 2017.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina