La historia se repite
Anahí Sosa es una palabra calificada para hablar de la gimnasia rítmica y el deporte en general. La cordobesa fue la mejor a nivel latinoamericano en su momento y hoy es entrenadora de promesas. Vive con preocupación la crisis, similar a la que ella padeció en su carrera.
“Cuando estalló la crisis económica, social e institucional en diciembre de 2001, yo transitaba el mejor momento de mi carrera como gimnasta y, dentro del sello amateur que tiene la rítmica en la Argentina, la ilusión de acercarme al profesionalismo era lo que me motivaba a entrenarme 10 horas diarias. Deseo que fue difícil de mantener por la estrepitosa devaluación de nuestra moneda”, recordó Anahí. ¿Cómo se salió de aquella crisis? Sosa lo contó desde su perspectiva: “De repente, cruzar al viejo continente fue un sueño truncado para mí y para muchos de los atletas que pasaron a depender de las posibilidades individuales de sus familias. En el año 2009 se aprobó la Ley del Deporte con el surgimiento del Enard. La presencia del Estado en los procesos de preparación deportiva volvió a cargar de ilusiones a una nueva generación”.
“Hoy, la historia se repite y me golpea como entrenadora de gimnastas que integran el seleccionado nacional. La inestabilidad económica, la incertidumbre, nos imposibilitan planificar a corto, mediano y largo plazo. La temporada pasada fuimos a competir a España y a Alemania. Ahí participamos de una clínica de entrenamiento con la actual campeona olímpica, y en febrero de este año hicimos la pretemporada en Moscú. Resulta inaccesible pensar ahora en continuar con esa línea de capacitación y entrenamiento. Es posible que volvamos a resignar nuestros objetivos, ya que los presupuestos oficiales son en pesos y tendrán que ajustarse a la realidad actual”, graficó Anahí.