La CGT logró poco apoyo del PJ a las “paritarias permanentes”
tro de Finanzas, Osvaldo Giordano, y por el de Obras Públicas y Financiamiento, Ricardo Sosa, hizo tres pedidos puntuales durante la cumbre de ayer.
Según fuentes del Centro Cívico, Schiaretti fue la voz cantante en la reunión con Macri y los ministros nacionales.
El mandatario cordobés solicitó que para 2019 se mantuviera el mismo presupuesto universitario, más la inflación que haya este año. Es decir, un aumento para 2019 de más del 40 por ciento.
El presidente Macri se habría comprometido de manera verbal a cumplir con esa solicitud.
Schiaretti también pidió que el Gobierno nacional sostuviera el plan de medicamentos gratuitos para los hospitales. En algún momento se habló de que podría sufrir un drástico recorte.
El tercer pedido del gobernador de Córdoba fue que el poder central siguiera solventando el programa de agricultura familiar. Según Schiaretti, ese plan brinda fuentes laborales a muchos hogares en Córdoba y el resto del país.
Más allá de esta discusión con la Nación, los schiarettistas también están convencidos de que se viene otra fuerte discusión con el intendente Ramón Mestre por los subsidios al transporte en la Capital.
La CGT tomó nota ayer de que el gobierno de Mauricio Macri admitió que este año la inflación será de un 40 por ciento y por ende los salarios perderán aún más poder de compra en los próximos meses.
Por eso, les reclamó a un grupo de gobernadores del PJ que, en el marco de la negociación del Presupuesto 2019, le exijan al Poder Ejecutivo que abra un proceso de paritarias permanentes. El pedido, sin embargo, no fue escuchado por la mayoría de los mandatarios de la oposición.
Héctor Daer (Sanidad), Juan Carlos Schmid (portuarios), Antonio Caló (UOM) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), entre otros referentes de la CGT, fueron ayer a la tarde a la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde los recibieron sólo ocho de los 19 gobernadores de la oposición: el tucumano Juan Manzur, el formoseño Gildo Insfrán, el pampeano Carlos Verna, el chubutense Mariano Arcioni, la santacruceña Alicia Kirchner, la catamarqueña Lucía Corpacci, la fueguina Roxana Bertone y el sanluiseño Alberto Rodríguez Saá, todos del PJ.
Se trata del ala más dura de los mandatarios provinciales y, en algunos casos, los más cercanos a la expresidenta Cristina Kirchner, como Insfrán y Rodríguez Saá.
Los otros 11 gobernadores opositores no participaron y, tras el encuentro con Rogelio Frigerio, dejaron plantada a la CGT para ir a reunirse con Mauricio Macri en la Casa Rosada.
Entre ellos, justamente los que tienen mayor diálogo y coincidencias con el Gobierno nacional, como el salteño Juan Manuel Urtubey, el cordobés Juan Schiaretti y el chaqueño Domingo Peppo, del PJ; el neuquino Omar Gutiérrez, del MPN, y el rionegrino Alberto Weretilneck, de Juntos Somos Río Negro.
Lingeri, líder del sindicato de Obras Sanitarias del conurbano bonaerense, resaltó antes del encuentro que “los aumentos salariales quedarán 20 puntos por detrás de la inflación este año”.
“Necesitamos que habiliten un proceso de paritarias permanentes para que cada gremio pueda negociar mejoras”, sostuvo.
El sindicalista confirmó el paro de la CGT previsto para el martes 25, por 24 horas y sin movilización, e indicó que la semana que viene la CGT se reunirá con los ministros de Producción, Dante Sica, y con el secretario de Trabajo, Jorge Triaca, para negociar esta pretendida reapertura de las paritarias.
Camioneros, primero
El reclamo de la CGT se produjo un día después de que el sindicato de camioneros, que lidera Pablo Moyano, le pidió a la federación de transporte que “de manera urgente” reabran la paritaria del sector.
Los camioneros habían acordado un aumento salarial del 25 por ciento, pero con cláusula de revisión y cuando “el Gobierno proyectaba una inflación de un 15 por ciento, obligando a todos los gremios a cerrar por debajo de esa cifra”.
“Hoy la crisis económica y social en Argentina es preocupante y las proyecciones oficiales admiten que la inflación rondará el 42 por ciento con una recesión del 2,4 por ciento”, señaló el sindicato de choferes de camiones mediante un comunicado.
Funcionarios macristas y la mayoría de los gobernadores coincidieron ayer en que se debe aprobar el Presupuesto nacional para el año que viene. En lo que aún no hay un acuerdo total es sobre quién asume el costo económico que tendrá para el presidente Mauricio Macri poder exhibir este gesto de consenso político ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ante los mercados financieros .
Los mandatarios peronistas saben que al Gobierno nacional le urge mostrar que hay respaldo opositor al riguroso plan de ajuste para llegar el año que viene al déficit cero.
En ese contexto, Juan Schiaretti encabeza el grupo de mandatarios “dialoguistas” que presentó varias exigencias para que la Nación tenga su herramienta básica para la gestión.
Según fuentes del Centro Cívico, hubo avances en la cumbre que encabezó ayer el Presidente. Pero los gobernadores no confirmarán el apoyo hasta conocer los detalles del proyecto de ley que el macrismo enviará al Congreso.
Los números gruesos marcan que el Estado nacional deberá hacer el mayor esfuerzo para lograr el equilibrio fiscal.
De los 300 mil millones de pesos iniciales que se deberían recortar para el año próximo, se pasó a 500 mil millones.
Sin embargo, las provincias se mantienen en su aporte de ajustarse en 100 mil millones de pesos.
La Nación deberá hacerse cargo de los restantes 400 mil millones por recortar.
Los mandatarios provinciales no lograron postergar la rebaja del Impuesto sobre los Ingresos Brutos, uno de los reclamos más fuertes que se escucharon en la Casa Rosada.
Macri se mantuvo firme en su postura de enviar una señal al sector productivo.
Desde el inicio de su gestión, los empresarios vienen exigiendo una reducción de la carga fiscal.
El Presidente admitió que la crisis lo obligó a imponer un “impuesto malísimo”, como calificó al gravamen a las exportaciones. Por ahora, dejó vigente la rebaja a Ingresos Brutos. Los gobernadores jugarán sus últimas cartas en el Congreso.
Alivio y polémica
Más allá de esta discusión por la carga impositiva, en el Centro Cívico respiraron aliviados cuando se informó que el próximo Presupuesto contempla el aporte de la Nación para solventar el rojo de la Caja de Jubilaciones.
Aunque nadie hablaba en voz alta del tema, en esta ardua negociación los schiarettistas temían que la tijera pasara por los giros nacionales para el sistema previsional cordobés.
La Caja de Jubilaciones recibirá este año, como mínimo, más de siete mil millones de pesos.
Una suma actualizable para
2019, promediando la inflación y el aumento de haberes.
Esta negociación nacional cubre otro foco de conflicto que aparece en el horizonte entre Schiaretti y el intendente de Córdoba, Ramón Mestre: los subsidios al transporte urbano.
Se trata de una pelea por 3.600 millones de pesos que la Nación volcaba al sistema de transporte en la provincia.
En el Gobierno provincial, tienen sus números “primarios”. Se harán cargo de alrededor de
2.000 millones, mientras que la Municipalidad de Córdoba debería afrontar un impacto fiscal de 1.600 millones de pesos.
Mestre dijo en una entrevista con La Voz que es “imposible” absorber ese costo.
Con el traje de opositor puesto, el intendente argumenta que la Nación le devolvió fondos a Córdoba que el kirchnerismo retuvo por años.
En esa línea de razonamiento, Mestre cree que la gestión provincial debe hacerse cargo de estos subsidios.
Por ahora, los funcionarios schiarettistas sólo sonríen ante la postura del intendente capitalino y precandidato a gobernador opositor.
Como ocurrirá con buena parte del ajuste que planea el Gobierno nacional, no sería descabellado pensar que los usuarios en la Capital y en la provincia terminarán haciendo el mayor esfuerzo por el ajuste en el transporte.