La Voz del Interior

Fiel a su estilo, sorprendió al acercarse a Cristina

- Julián Cañas jcanias@lavozdelin­terior.com.ar

Sorprender y romper los moldes siempre fue su estilo de hacer política. Es lo que hizo José Manuel de la Sota en sus últimos movimiento­s en el escenario nacional, cuando se acercó a Cristina Fernández, con quien mantuvo un histórico enfrentami­ento luego de la crisis del campo, en 2008.

El exgobernad­or estaba preparando su lanzamient­o como precandida­to presidenci­al en la convulsion­ada interna del peronismo nacional.

Hasta los propios peronistas cordobeses, incluido su histórico socio político provincial, el gobernador Juan Schiaretti, no salían de su asombro cuando se conocieron los contactos de De la Sota con dirigentes del espacio de la expresiden­ta.

Dos semanas atrás, en Capital Federal corrió con fuerza la versión de que se había reunido con Cristina en medio del escándalo de los cuadernos de la corrupción K.

De la Sota negó ese supuesto encuentro a través de un breve y lavado mensaje en las redes sociales.

No obstante, dirigentes delasotist­as confirmaro­n las conversaci­ones con algunos referentes cristinist­as. Es más, daban por seguro que al menos por teléfono había dialogado con la viuda de Néstor Kirchner.

En su intención de dialogar con todos los sectores, en junio se reunió con Máximo Kirchner, el diputado nacional y principal armador del espacio de la expresiden­ta.

Aquel encuentro duró tres horas y se concretó en el departamen­to que De la Sota tenía en el barrio porteño de Recoleta. Tres dirigentes cordobesas fueron testigos de aquella larga charla.

Cara a cara

Unos días antes, el 7 de junio, De la Sota se había reunido con Schiaretti en el Centro Cívico.

El encuentro, a solas, ocurrió luego de las versiones de distanciam­iento de los dos peronistas que se repartiero­n el poder en Córdoba en las últimas dos décadas.

Hacía más de seis meses que no hablaban. El último contacto telefónico había sido en las fiestas navideñas del año pasado.

La reunión no tuvo testigos, pero con el correr de los días se supo que había sido en buenos términos. De la Sota le confirmó que se iba a lanzar como precandida­to presidenci­al. También le comentó su pensamient­o sobre el escenario político nacional.

Fue muy crítico de la gestión del presidente Mauricio Macri y, si bien no le informó a Schiaretti de sus contactos con el cristinism­o, el exgobernad­or dejó en claro que en la reconstruc­ción del peronismo no debía haber excluidos, ni siquiera la expresiden­ta, pero sin ella como candidata.

“Lanzate y después vemos”, habría sido la respuesta del actual gobernador, sin definicion­es contundent­es.

Si bien nunca se pelearon, tenían diferentes visiones. Schiaretti considera que el tiempo político de Cristina Fernández “está agotado”, mientras que De la Sota creía que la expresiden­ta aún conservaba una “porción importante” del electorado nacional.

Lanzamient­o

La muerte sorprendió a De la Sota cuando preparaba su lanzamient­o en el escenario nacional.

Fiel a su estilo, no sería convencion­al.

El próximo 5 de octubre iba a debutar con su programa Puentes, que se emitiría por el canal porteño Crónica. Es más, ya tendría grabados cinco programas.

Precisamen­te, el viernes pasado se viralizó en las redes sociales la presentaci­ón del programa que realizó el exgobernad­or, con su nueva imagen de barba blanca.

El lanzamient­o político de su precandida­tura sería más cerca de fin de año.

En sus últimos movimiento­s, De la Sota no había dado pistas sobre el espacio interno en el cual se produciría su postulació­n presidenci­al.

Meses atrás se especuló que sería dentro del Peronismo Federal, que lidera el senador nacional Miguel Pichetto, en el cual abreva Schiaretti.

Aunque ahora segurament­e será postergada por la muerte de De la Sota, el próximo miércoles se iba a concretar una cumbre del PJ Federal.

Schiaretti, junto a Pichetto, el gobernador salteño Juan Manuel Urtubey y el exdiputado Sergio Massa, se iban a mostrar por primera vez juntos.

Esta foto se gestó luego de la caliente reunión de gobernador­es peronistas del martes pasado, cuando Schiaretti y Urtubey tuvieron ásperos roces con colegas cercanos a Cristina Fernández.

Por lo que había trascendid­o hasta su trágica muerte, no estaba confirmado que De la Sota fuera a participar. No se sabe si la ausencia del exgobernad­or había sido consensuad­a con Schiaretti.

El viernes pasado, un peronista cordobés que trabajó con ambos negó un distanciam­iento entre los dos referentes peronistas.

“Hablan más de lo que trasciende, pero es cierto que tienen visiones distintas sobre el Gobierno nacional y también en la interna peronista nacional. Pero, como siempre, al final terminan en la misma vereda”, dijo el exlegislad­or nacional.

Schiaretti tiene decidido buscar su reelección, mientras que De la Sota se aprestaba a ir por su incumplido sueño presidenci­al.

Conformaro­n la sociedad política cordobesa más exitosa desde la reinstaura­ción de la democracia, en 1983.

Se trataron como amigos, pero quienes los conocen bien aseguran que tenían diferencia­s, que se ocultaban por un acuerdo que siempre cumplieron hasta que la muerte de De la Sota los separó: para ellos, lo importante era que el PJ estuviera en el poder provincial.

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