El legado de Víctor Jara, más vivo que nunca
A 45 años de su asesinato, un festival recreará una obra clave de su cancionero. Y ofrecerá la actuación de un millar de guitarristas. Será el sábado en Santiago de Chile.
Un millar de guitarristas que reviven su música y varios artistas y grupos consagrados homenajearán al cantautor Víctor Jara, cuyo cadáver fue encontrado hace 45 años luego de ser asesinado por militares tras el golpe de Estado de 1973.
La sexta edición de “Mil guitarras para Víctor Jara” se celebrará el próximo sábado, en la plaza de La Paz de Recoleta, frente al acceso principal al Cementerio General de Santiago de Chile, en el que reposan los restos del autor de Te recuerdo, Amanda, El arado y Plegaria a un labrador, entre muchas otras canciones que hasta hoy se difunden en todo el mundo y en diferentes idiomas.
Este año, el tributo estará dedicado a Canto libre, el quinto álbum de Jara, que contiene temas emblemáticos de su creación, como Angelita Huenuman, La pala y Canto libre, que da nombre al disco.
En años anteriores, la actividad contó con destacados artistas internacionales, como el argentino León Gieco o el cubano Vicente Feliú.
Víctor Jara, que además de cantautor era director de teatro, fue detenido el 12 de septiembre de
1973 por los militares que el día anterior habían derrocado al presidente chileno, Salvador Allende, y fue llevado junto a miles de otros presos a un estadio techado.
En ese recinto, que hoy lleva su nombre, sufrió cuatro días de torturas que incluyeron la quema de sus manos, despedazadas a culatazos hasta que fue asesinado de 44 balazos.
“Somos cinco mil en esta pequeña parte de la ciudad... ¿Cuántos seremos en todas las ciudades y en todo el país? Sólo aquí 10 mil manos siembran y hacen andar las fábricas. ¡Cuánta humanidad con hambre, frío, pánico, dolor, presión moral, terror y locura!”, escribió el artista durante su cautiverio en un pequeño papel rescatado por un prisionero superviviente.
Su cuerpo, junto al de otro ejecutado, Littré Quiroga, director de Prisiones durante el Gobierno de Allende, fue abandonado en un erial situado detrás de un cementerio en el área suroeste de Santiago y reconocido por su viuda, Joan Jara, el domingo 16 de septiembre de 1973 en el Servicio Médico Legal (SML).
Los militares la obligaron a sepultarlo inmediatamente, en una anónima ceremonia de la que sólo participaron ella y un amigo. “Estaba torcido, tenía las manos quebradas y muchos impactos de bala”, testimonió la viuda en su libro Víctor Jara, un canto truncado.
“Fue torturado por funcionarios del Ejército y ejecutado por sus captores el día 15 de septiembre”, consignó el Informe Rettig, que documentó las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura militar chilena que encabezó el general Augusto Pinochet (1973 –1990).
De humilde origen campesino, Víctor Jara nació el 28 de septiembre de 1932, e inició su carrera artística como integrante de un teatro de mimos y del grupo folclórico Cuncumén, mientras estudiaba teatro en la Universidad de Chile.
Su creación musical fue interpretada tras su muerte por diversos grupos y cantantes de trayectoria destacada en el mundo, como el grupo Quilapayún, Los Machucambos, Mercedes Sosa, la finlandesa Aija Saijonmaa o Peter Gabriel.
Considerado, junto a Violeta Parra y Patricio Manns, uno de los más grandes exponentes de la canción popular chilena, Víctor Jara fue también un destacado director de teatro, que alcanzó el éxito y el reconocimiento de la crítica con obras como Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta, con textos de Pablo Neruda.
El pasado 3 de julio, un juez especial condenó a nueve miembros del Ejército por la muerte de Víctor Jara y de Littré Quiroga.
Ocho de ellos, Hugo Sánchez, Raúl Jofré, Edwin Dimteri, Nelson Haase, Ernesto Bethke, Juan Jara, Hernán Chacón y Patricio Vázquez, fueron condenados a penas de 15 años y un día de prisión como autores de los homicidios y a otros tres años como autores del secuestro de ambas víctimas.
El noveno condenado, Rolando Melo, fue sentenciado a cinco años y un día como encubridor de los homicidios y a 61 días como encubridor de los secuestros. Otro involucrado, Pedro Barrientos, huyó a Estados Unidos, donde fue condenado por el crimen en 2016, y está pendiente en ese país un pedido de extradición de la Justicia chilena.
Por otra parte, el 28 de septiembre y en el estadio Víctor Jara, Inti Illimani e Illapu, entre otros, también ofrecerán un concierto de homenaje al cantautor centrado en sus composiciones.