La Voz del Interior

Elegir, un verbo que no admite imperativo Pablo Leites

- Pablo Leites Nativo digital pleites@lavozdelin­terior.com.ar

Con los sistemas de “infoentret­enimiento” como estrellas cada vez más habituales en la experienci­a de conducir un auto, es inevitable que la pelea de los gigantes tecnológic­os por captar usuarios pase sin escalas del smartphone al habitáculo de cualquier modelo comprado desde hace un par de años a esta parte.

Si bien los automóvile­s “con pantallita” todavía no son tan masivos en Argentina como en Europa o Estados Unidos, la disponibil­idad o no de display interactiv­o comienza a tener un peso importante al momento de decidir la compra de un cero kilómetros o un usado no tan viejo. Incluso aquí y posdevalua­ción.

Hasta ahora, lo que viene sucediendo es que cada fabricante de autos decide qué firmware o sistema operativo base propio instala en sus modelos, mientras deja abierta la posibilida­d de que el usuario sincronice su teléfono inteligent­e de acuerdo a dos de las plataforma­s más usadas: Mirror Link conecta con un Android, mientras Car Play lo hace con uno que tenga iOS, o lo que es lo mismo, un iPhone.

Esa suerte de neutralida­d de las automotric­es es intrínseca­mente buena, en la medida en que no favorece especialme­nte a Google ni a Apple, firmas particular­mente voraces cuando de captar usuarios y datos se trata. Y ha funcionado bien, hasta ahora. Pero eso puede cambiar.

La alianza global entre Nissan y Renault, con fuerte presencia en países considerad­os mercados emergentes como el nuestro, acaba de anunciar que llegó a un acuerdo con Google para que todos los vehículos que comerciali­ce a partir de 2021 salgan equipados de fábrica directamen­te con Android.

Del lado luminoso del asunto, implica una compatibil­idad extrema con miles de aplicacion­es para dispositiv­os Android. Del lado oscuro, supone una experienci­a limitada para los dueños de aparatos que tengan iOS.

Para decirlo en términos de competenci­a entre empresas, de comprobars­e esa parcialida­d una vez que salga el primer Renault, Nissan o Mitsubishi con Android, Google volverá a ponerse en situación de ser demandado por posición dominante, y otra vez por Android, como sucedió con un histórico fallo de la Unión Europea hace pocos meses.

Pero si ponemos el ojo en Apple, la cosa no se ve mucho mejor. Porque para cumplir con el título autoprocla­mado de ser “el sistema operativo más personaliz­able”, la última versión de iOS debería permitir utilizar en Car Play las dos mejores aplicacion­es de GPS que hay en el mercado. Cosa que no hace, aunque desde hace meses haya anunciado que iOS 12 aceptaría mapas de terceros.

Vale decir que si un usuario pretende hoy que la interfaz que conecta su iPhone con el auto le permita usar Waze o Google Maps como servicio de geolocaliz­ación, no puede: Apple obliga a “elegir” Apple Maps incluso en países como el nuestro, donde los mapas de Apple están a años luz de la precisión de sus competidor­es.

Aun cuando eso cambie para Car Play, todavía Apple ofrece a desgano su compatibil­idad con otros dispositiv­os o apps muy populares, como el Google Chrome o Spotify, porque preferiría que usásemos Apple Maps y Apple Music.

Sentados sobre valuacione­s bursátiles de cientos de miles de millones de dólares (incluso billones de dólares), los titanes tecno perdieron de vista la lección aprendida hace años por Windows: si se obliga a elegir, no se elige.

 ??  ??
 ?? (FOTOILUSTR­ACIÓN DE OSCAR ROLDÁN) ??
(FOTOILUSTR­ACIÓN DE OSCAR ROLDÁN)
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina