En busca de la coherencia perdida
El nivel de vida de los gremialistas argentinos ha sido, en muchos casos, un misterio. No porque oculten sus gustos caros y sus propiedades, sino porque se les hace difícil explicar cómo, en la tarea de defender a los más humildes, logran ingresos que sorprenden.
Claro que es injusto generalizar, porque hay sindicalistas que han mantenido la coherencia y una vida austera, lo que los convierte en excepciones a la regla.
No es el caso de los dirigentes del Surrbac, el Sindicato Único de Recolección de Residuos y Barrido de Córdoba. No lo es si se toma en cuenta la auditoría judicial que, después de tres meses de intervención sobre la mutual del gremio, difundió algunos datos que llaman la atención.
Por ejemplo, que los dirigentes del gremio viajaron a las playas más exclusivas del Caribe, o que estas mismas personas hayan dormido en suites presidenciales carísimas y hasta hayan llevado a cabo tours por China y por Japón.
Dedicamos nuestro Primer plano de hoy a repasar los resultados iniciales de esa auditoría, a cargo de la fiscal Patricia Ramírez.
Auditoría que no sólo detectó los costosos viajes y los lujosos hoteles, sino que además pidió a la Justicia federal que investigara a los líderes del Surrbac por “lavado de dinero e intermediación financiera”. Una decisión que deberá ratificar
AQUELLOS QUE TIENEN LA RESPONSABILIDAD DE VELAR POR LOS MÁS VULNERABLES ESTÁN MÁS EXPUESTOS AL ESCRUTINIO PÚBLICO.
o no un juez de control.
El manejo del dinero en el gremio de los recolectores es un tema que en las páginas de este diario fue abordado en otras oportunidades. No sólo con la descripción de la fastuosa fiesta de fin de año que organiza el Surrbac (en esta oportunidad, la tarjeta cuesta 8.300 pesos y no es posible negarse a pagarla), sino también con investigaciones sobre el rol de sus máximos líderes, Mauricio Saillén y Pascual Catrambone, en una posible mesa de dinero que también investiga la Justicia.
Se sabe: en épocas de crisis económica, aquellos que tienen la responsabilidad de velar por los más vulnerables están más expuestos al escrutinio público. Y también judicial.