Las cartas de nuestros lectores
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País oxímoron Pablo A. Lemos
Vivimos en un país rico con más de 30 por ciento de pobres, donde el éxito de algunos depende del fracaso de muchos. Transitamos tiempos de oscuridad iluminados por los políticos de siempre.
Nuestra Justicia parece un oxímoron en sí misma. Buscamos desesperadamente salir del fondo del pozo, pero pedimos ayuda al Fondo porque justamente nos quedamos sin fondos.
Vivimos desinflados por la inflación que agobia. Y confiamos en el dólar que en Dios confía. Sufrimos un país que significa plata, y plata es lo que no hay porque se la robaron toda. Por eso Argentina sos y serás mi país oxímoron.
Regino Maders Nélida Chaves de Maders
El 6 de septiembre de 1991 fue un día aciago. Dos certeros disparos a su espalda cumplieron la misión encomendada de callarlo para siempre. Se cumplieron 28 años de aquella infamia.
Una amiga de la familia, Alba Santillán, nos brindó su sentimiento en poesía: “Córdoba acunó tus pasos,/ hijo de la luz de joven andar./ Los viejos claustros supieron de tu voz,/ de tus sueños, ilusiones en alas del viento,/ en pos de un mañana,/ fiel a tu ideal./ El tiempo, verdugo implacable/ desgranó sus hojas.../Y tú seguías/ convicción en marcha./ Pero de pronto,/ en tinieblas se mudó la luz/ y la sangre rumorosa de tus venas/ acarició el polvo que tantas veces pisaste./ Tu boca no alcanzo a pronunciar nombre alguno./ ¡Te fuiste solo Regino!/ Pero yo te digo: no estás solo,/ esto no se acaba./ ¿Acaso recién empieza?/ O acaso solamente sigue.../ El frío y el silencio se llevaron tu cuerpo,/ pero no pudieron apresar tu alma ni tus ideales,/ que rondarán en otras bocas, buscando la luz de la justicia”.
Fueros afuera Pablo Figueroa
El fuero nace en la transición de la monarquía absoluta a la monarquía parlamentaria. Se instaura en la búsqueda de la independencia del Poder Legislativo con respecto del Ejecutivo.
Por entonces, era habitual que cuando un parlamentario se oponía a los deseos del rey, este buscase excusas para acusarlo de algún delito y apartarlo de la vida pública. Como forma de evitar estas injerencias, se establecieron una serie de herramientas para neutralizar que un parlamentario pudiese ser encausado sin la autorización previa del propio Parlamento.
Pero en las noticias de la actualidad se observa que ese instrumento constitucional se ve desvirtuado. La expresidenta Cristina Fernández fue procesada por el juez federal Claudio Bonadio en la causa judicial que se inició a raíz de las revelaciones del chofer Oscar Centeno.
El juez dictó la prisión preventiva de la expresidenta. Como es senadora, para que se concrete la detención, deben quitarle sus fuepueblo ros parlamentarios.
El fuero es un privilegio, implementado a los efectos de evitar que determinados servidores públicos sean acusados sin fundamento con la finalidad de garantizar la libertad de expresión, entendida como necesidad del legislador de controlar, interpelar y disentir libremente con el Poder Ejecutivo de turno.
Hoy en día, este privilegio de los fueros parlamentarios se halla en crisis y en permanente debate que amerita su análisis profundo.
No obstante, no deja de ser una herramienta tendiente a fortalecer la libertad de expresión y opinión, que tiene por finalidad garantizar a los representantes del hacer uso pleno del mandato obtenido sufragio mediante.
En conclusión, el problema no viene del fuero, sino de los funcionarios que lo mal usan y se valen de esta herramienta para evadir el accionar de la Justicia.
Fuerzas Armadas Gustavo Steger
Si un dictador represor quisiera usar las Fuerzas Armadas para ahogar libertades, no lo evitará ninguna ley. Dicho dictador hará que sus secuaces del Congreso impongan una Justicia “bonita”, “patriótica” o “legítima”.
Nuestra guerra actual no es con otros países, es con los narcotraficantes, que ya están avasallando nuestra soberanía y arruinan el cerebro de nuestros hijos.
¿Vamos a atarnos las manos por un temor equivocado? Si usamos las Fuerzas Armadas para cubrir las muy extensas fronteras donde no hay puestos de control, o usamos sus cuarteles, cocinas de campaña, camiones, para facilitar el accionar de Gendarmería o Prefectura, no veo que eso pueda suponer una actividad represora. Quizás estos temerosos anti Fuerzas Armadas tampoco quieran que la Fuerza Aérea persiga aviones narco, ni les gusta la Ley de Derribo, ni la de Extinción de Dominio. ¿Habrá alguna razón personal para esos “temores”?