Ferreyra, el único que negó sobornos
El vicepresidente de la empresa cordobesa Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, le dijo al juez del caso de los cuadernos K, Claudio Bonadio, que su admiración por el entonces presidente Néstor Kirchner fue decisiva para terminar haciendo “aportes” de dinero para el Gobierno.
Ferreyra, a diferencia de muchos otros empresarios que admitieron haber pagado coimas y que se “arrepintieron”, no aceptó haber hecho pagos ilegales. Su larga explicación de los hechos no convenció a Bonadio, que lo terminó procesando y dictándole prisión preventiva.
Cuando amplió su declaración indagatoria ante el juez, Ferreyra contó que fue Néstor Kirchner quien personalmente le pidió plata y que eso lo llevó a tomar la decisión de invertir en medios de comunicación, como Radio del Plata, en Buenos Aires, y la radio Pulxo, en Córdoba, si bien esta última no aparece nombrada en la resolución del juez.
Al declarar ante Bonadio, Ferreyra hace esfuerzos por despegar a la compañía. Argumenta que las decisiones, como la de usar dinero para la compra de medios, fueron decisiones personales y no de la empresa. También trata de dejar libre de culpa al director Jorge Neira.
“Cuando Néstor Kirchner me dijo que tenía que hacer aportes, yo diseñé un esquema personal para cumplir. Encontré el contacto que era este señor (Roberto) Baratta y lo hice a través de él. No me presionaron ni nada”, contó Ferreyra sobre la mecánica de los aportes.
El empresario detenido le dijo al juez: “Al mantener un encuentro con Néstor Kirchner, el expresidente me pidió que colaborara más con el Frente para la Victoria y que comprara medios de comunicación, buscando que difundiera contenidos que expresaran nuestro valores”.