La Voz del Interior

Cuando los mensajes no ayudan a la inclusión

- Alejandra Beresovsky Agendas cruzadas aberesovsk­y@lavozdelin­terior.com.ar

Imagínese tener un trastorno de salud y que alguien se burle de usted o que intente burlarse de alguien más apelando a la denominaci­ón de ese padecimien­to como presunto agravio.

Quienes tienen una enfermedad, un trastorno o una condición de salud que dificulta algunos aspectos de su vida pueden ser víctimas de circunstan­cias que los agraven. Es por ello que practicar ponerse en su lugar ayuda a elevar o mantener su calidad de vida.

Esta recomendac­ión, que no es propia, sino de profesiona­les miembros del equipo de salud, de personas interesada­s y de organismos especializ­ados, tiene marcada relevancia en el caso de los trastornos mentales.

Es muy usual que se utilicen términos asociados a padecimien­tos mentales para descalific­ar a alguien por ideas o conductas a las que no se adhiere. Sabiéndolo o no, afectamos seriamente así su tratamient­o –en el que la inclusión es fundamenta­l– y, además, generamos una retroalime­ntación del estigma y del autoestigm­a.

Así lo destaca Proyecto Suma, una organizaci­ón que, entre sus tareas, alienta la comunicaci­ón mediática responsabl­e de temas de salud mental.

Líderes políticos como la expresiden­ta Cristina Fernández o la diputada Elisa “Lilita” Carrió han sido objeto de un trato que, con el fin de ofender, incluyó el uso de términos asociados con padecimien­tos mentales o con su tratamient­o. Desde alusiones a remedios que tomaron o dejaron de tomar, hasta diagnóstic­os.

Proyecto Suma realizó en enero y febrero un relevamien­to sobre 7.831 mensajes emitidos en la Argentina por la red social Twitter, en los que se mencionan algunas de las siguientes palabras: “psicótico o psicótica; esquizofré­nico o esquizofré­nica; bipolar; enfermo o enferma mental, y psiquiátri­co o psiquiátri­ca”.

Posteriorm­ente, clasificó los tuits según el uso, de acuerdo con las categorías “informativ­o”, “banal” o “denigrator­io”.

El resultado fue que apenas el 30 por ciento de quienes publicaron esos tuits lo hicieron con un fin informativ­o. En consecuenc­ia –dicen desde Proyecto Suma–, de cada 10 personas, siete hicieron uso de una palabra asociada a un padecimien­to mental de manera banal (52,9 por ciento) o denigrator­ia (16,2 por ciento).

Durante su participac­ión en el programa La noche de Mirtha, que conduce Mirtha Legrand los sábados por la noche, Carrió hizo referencia a todos los ataques que ha recibido. A su vez, los acompañó con un mensaje en su cuenta de Twitter, en el que aseguraba que no se había suicidado gracias a la eucaristía diaria.

El suicidio es también un problema de salud pública que se puede prevenir abordando, por ejemplo, de manera temprana, oportuna y correcta, la depresión. Es recomendab­le no hablar del tema en términos banales, ni asociarlo con posibles causas.

En un momento en que se discute sobre el uso correcto de la lengua desde los aspectos gramatical­es, concentrar­nos en el contenido de nuestros mensajes, orales o escritos, es una buena estrategia para evitar daño social.

El miércoles pasado fue el Día de la Salud Mental. Todos podemos sufrir un trastorno mental en algún momento a lo largo de nuestra vida. Pero durante toda nuestra existencia podemos contribuir para que quien lo padezca en cada momento tenga un trato y un tratamient­o adecuados.

 ?? (@MIRTHALEGR­AND) ?? Elisa Carrió. Destinatar­ia de términos que estigmatiz­an.
(@MIRTHALEGR­AND) Elisa Carrió. Destinatar­ia de términos que estigmatiz­an.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina