Se prendieron fuego 30 motos secuestradas
En el depósito de la dependencia de barrio Marechal alguien acercó una llama libre. Investigan el origen del siniestro.
Unas 30 motos secuestradas se incendiaron ayer en el depósito de una comisaría en barrio Marechal, en la costanera sud del Suquía. El fuego fue controlado por los bomberos, y se investiga cuál pudo ser el origen del extraño siniestro.
EL DEPÓSITO DE MOTOS SECUESTRADAS ESTÁ EN UN PREDIO ABIERTO AL QUE SE PUEDE ACCEDER DESDE LA VÍA PÚBLICA.
Una versión señala a un particular que estaba disconforme porque no le devolvieron su moto.
Con semejantes llamas resulta difícil entender un incendio que consumió nada menos que 30 motocicletas. De no ser por la llegada de los Bomberos de la Provincia, las pérdidas materiales podrían haber llegado al centenar de vehículos, o más.
Lo que sucedió ayer, pasado el mediodía, es probablemente un incendio provocado en la Comisaría 27ª, ubicada en la costanera sud del Suquía, en barrio Marechal, en Cayetano Silva 1050.
Difícilmente puede producirse fuego accidentalmente en el recinto posterior de la dependencia policial que tiene su zona de secuestro de motos.
Esos biciclos son llevados allí luego de que la fuerza de seguridad los secuestra en la vía pública en diversas intervenciones.
Hay dos formas de que una moto llegue allí. Una, por infracción al Código de Convivencia –falta de casco, documentación, mal estado del vehículo o, directamente, porque en ella viajan tres (o más) personas–. No es que la Policía se dedica a parar a los vehículos buscando infracciones, sino que, al detenerlos por los controles policiales, comprueba que algunos no pueden seguir arriba de la moto o esta merece quedar en custodia.
La otra fuente de secuestros de motos es la que genera el delito, aquellas que son incautadas por robo o que fueron utilizadas para cometer algún ilícito.
Sorpresa de feriado
Eran las 13.30 de un apacible lunes feriado cuando en la comisaría que mira al Suquía comenzaron a arder las primeras motos. Desde la misma costanera se apreciaba una densa humareda oscura que daba cuenta de que no se trataba de un incendio de materiales livianos.
Por el contrario, las llamas comenzaron a propagarse a otros vehículos y amenazaban con terminar con toda la existencia de secuestros: algunas estimaciones hablan de 210 motocicletas acumuladas en el fondo de la comisaría.
Por suerte para todo ese parque automotor, llegaron pronto los Bomberos y combatieron rápidamente las llamas.
Cuando terminaron de sofocar el incendio, surgieron varias conjeturas sobre el número de unidades quemadas: mientras algunos llegaron a decir que eran unas 60 motos, otros limitaron las pérdidas a 25 o 30.
¿Cuál fue el origen?
El fiscal Rubén Caro espera para hoy el informe de Bomberos y de Policía Judicial. Con esos peritajes sobre la mesa y con otros datos certeros, comenzará la investigación de un hecho bastante confuso.
Desde la Policía, el comisario inspector Cristian Valquinta –a cargo de la Zona Centro durante el feriado– señaló a este diario que va a investigarse sobre el origen de las llamas.
Mientras algunos hicieron correr la versión de que un particular se había sentido molesto porque no le quisieron dar su moto y, por esto, cometió un atentado, otros señalaron que es una verdadera incógnita lo que pasó. Valquinta reconoció que el predio es abierto y que podría ingresar algún intruso e, incluso, desde fuera arrojar algún elemento ígneo.
Las responsabilidades por las pérdidas materiales seguramente generarán reclamos de los particulares que perdieron su moto. Por eso, la investigación resultará vital para enfrentar esa situación.
Valquinta aseguró que hay varias hipótesis sobre el origen del fuego y admitió que entre las posibilidades no se descarta que “pueda ser hasta un error interno”.
Al final de la jornada, la pregunta era una: ¿el fuego llegó de adentro o de afuera?