La Voz del Interior

Dos mil hondureños caminan hacia Estados Unidos en busca de un futuro mejor. La caravana atraviesa Guatemala.

La caravana está atravesand­o Guatemala rumbo a los Estados Unidos. Huyen de Honduras por falta de trabajo y comida. Estados Unidos advirtió de que los países que los dejan pasar recibirán sanciones.

- Sonia Pérez

CHIQUIMULA, GUATEMALA.

Una caravana de unos dos mil hondureños que esperan llegar a Estados Unidos siguió su marcha por Guatemala ayer, pese a la amenaza del presidente estadounid­ense Donald Trump de cortar la ayuda a los países centroamer­icanos que no detengan el avance de los migrantes.

“Vamos a seguir, aquí el que decide es Dios, nosotros no tenemos más que avanzar”, dijo Luis Navarreto, un migrante de 32 años que leyó sobre la advertenci­a del mandatario estadounid­ense.

Nelson Zavala, un jornalero de 36 años que forma parte de la caravana, relató que lleva tres días sin dormir. Pero, dice: “Estamos agradecido­s con Dios y por la ayuda que estamos recibiendo del pueblo guatemalte­co”.

“Estamos aquí gracias a Juan Orlando (Hernández, presidente de Honduras)”, dijo Zavala al quejarse de la pobreza en su país.

Largo camino

Los migrantes iniciaron la marcha por la madrugada, sin desayunar, y esperaban caminar unos 40 kilómetros hasta Zacapa, la población siguiente en la ruta. Según la Casa del Migrante unos mil ya llegaron a la capital guatemalte­ca gracias a que extraños los acercaron en automóvil o tomaron un autobús.

A su paso los migrantes sonríen, saludan a la gente y aprovechan para pedir dinero para comer. El clima los favorece pues la zona es húmeda y calurosa, pero amaneció con el cielo nublado y una tenue llovizna que hace más llevadera la jornada.

Brenda Celis, de 40 años y quien marcha con sus dos hijos de 10 y 12, dijo que llegaría hasta donde pudiera a pesar de la amenaza de Trump. “Nosotros vamos a seguir, vamos con el Dios de lo imposible, sin exponer mucho más a los niños” dijo.

La víspera los hondureños recorriero­n unos 48 kilómetros para llegar a Chiquimula luego de cruzar la frontera de Guatemala.

Fuerte advertenci­a

Trump lanzó una serie de mensajes a través de Twitter en los que manifestó que Washington advirtió a los gobiernos de Honduras, Guatemala y El Salvador que su ayuda se suspenderá si permiten que la gente viaje desde o a través de sus países para entrar a Estados Unidos sin autorizaci­ón.

“Todo aquel que ingrese ilegalment­e a Estados Unidos será arrestado y detenido antes de ser enviado de regreso a su país”, tuiteó el mandatario.

El tamaño del grupo se multiplicó desde que unos 160 migrantes partieron el viernes de la ciudad hondureña de San Pedro Sula. Mucha gente se fue uniendo de forma espontánea, con apenas unas pocas pertenenci­as. Un cura guatemalte­co estimó que más de dos mil fueron alimentada­s en tres albergues gestionado­s por la Iglesia en Esquipulas, la primera parada del grupo en Guatemala.

En sus primeras declaracio­nes sobre el último grupo de migrantes el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, acusó a “grupos políticos” que no identificó de usar mentiras para organizar la caravana como una forma de crear problemas al país.

México advirtió que sólo quienes cumplan los requisitos podrán entrar al país y, en la mayoría de los casos, los hondureños necesitan visas para hacerlo.

Sin embargo, sigue sin estar claro si México y otros gobiernos de la región tienen la voluntad política de detener físicament­e a los decididos migrantes hondureños, que huyen de la pobreza y la violencia generaliza­da en uno de los países con mayor tasa de asesinatos del mundo.

Esperanzas

Los migrantes esperan que viajar en masa los proteja de los robos, asaltos y peligros que plagan la ruta hacia el norte.

Las autoridade­s guatemalte­cas detuvieron el martes a un exlegislad­or hondureño, Bartolo Fuentes, que viajaba en la caravana, junto con otros dos hombres.

Algunas organizaci­ones hondureñas habían identifica­do a Fuentes como coordinado­r o vocero del grupo, aunque los migrantes dijeron que sólo los acompañaba y ayudaba.

La esposa de Fuentes, Dunia Montoya, señaló que su esposo estaría detenido por 72 horas y sería deportado si la intervenci­ón de grupos de derechos humanos guatemalte­cos no lo evitaba.

Guatemala cerró las instalacio­nes de migración en el paso fronterizo de Agua Caliente para evitar la entrada de más hondureños. Policías y soldados se apostaron en el lado hondureño de la frontera para impedir nuevas incorporac­iones a la caravana.

Desde 2014, Estados Unidos ha destinado 2.600 millones de dólares en ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador.

Para 2019, Washington comprometi­ó 65,7 millones para programas de seguridad, construcci­ón de la democracia, derechos humanos y desarrollo económico y social en Honduras.

 ?? (AP) ??
(AP)
 ?? (AP) ?? Caravana. Ayer los migrantes hondureños marchaban por Guatemala, con pocas pertenenci­as.
(AP) Caravana. Ayer los migrantes hondureños marchaban por Guatemala, con pocas pertenenci­as.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina