Una mamá aprendió informática para ayudar a su hijo
La casa de Laura Mercado (34) –una madre joven que fue cambiando de profesión y llegó a convertirse en una apasionada por la informática– es, al mismo tiempo, una oficina, una juguetería y un hogar. Allí desarrolla sus ideas, cría a sus dos hijos y, cada tanto, se dedica a ordenar y a limpiar junto con Richard, su pareja.
Recientemente, fue reconocida por la empresa Telecom y por la Municipalidad de Córdoba durante la jornada “Historias que inspiran” por su participación en la plataforma Lingoo (“un Spotify de cuentos y relatos; una especie de radio on demand”). Pero además de la actividad que le valió este merecido reconocimiento, en su tiempo libre fue ampliando las facultades como programadora y tiene serios propósitos.
Pero comencemos por el principio. Esta mujer no es informática. No pertenece al mundo de los llamados “geeks”, que se pasan las horas haciendo chistes sagaces y se obsesionan con el mundo de las aplicaciones informáticas, con sus avances. En realidad, Laura irrumpió en ese mundo porque le hacía falta un trabajo.
Su amigo Emanuel Vilte, CEO de la startup de audios enlatados pensada originalmente para un público ciego, le pidió una mano con la selección y la edición de los textos que después eran narrados por una voz humana. Ella aceptó y comenzó a trabajar de manera remota cuatro horas por día. Era ideal para su profesión (casi profesora en Lengua y Literatura Castellana, pues aún adeuda unas materias) y por su condición de madre con dos hijos que requieren atención, sobre todo Máximo (8), que fue diagnosticado con dislalia (dificultad de articular las palabras).
“Empecé a mirar de qué se trataba el mantenimiento web de Lin- La Justicia pide información sobre el paradero de Talía Soledad Manrique (20) y de su hijo Luis Maicol
(2), quienes faltan de su hogar desde el martes 16 de octubre. Son de barrio 16 de noviembre. Talía mide
1,60, es morocha, tiene cabello largo y pelirrojo. No tiene tatuajes y lleva un
en la nariz y otro en la boca. piercing La dislalia del hijo fue el estímulo para buscar soluciones en la tecnología. Además, creó una red de empleo inclusivo.