La Voz del Interior

El periodista asesinado, el príncipe heredero y los chivos expiatorio­s

- Benno Schwingham­mer

RIAD. En agosto de 2017, Saud al Kahtani, un asesor de la casa real saudí, tuiteó: “¿Creen ustedes que yo podría actuar por cuenta propia sin directrice­s? Soy un empleado y fiel ejecutor de las órdenes de mis señores, el rey y su alteza el príncipe heredero”.

Al Kahtani fue apartado la noche del viernes del cargo y se lo considera uno de los responsabl­es de la muerte del periodista disidente Jamal Khashoggi. Al parecer hizo lo que dijo que jamás haría: actuar sin conocimien­to del príncipe heredero Mohammed bin Salman.

El tuit del Al Kahtani del año pasado se difundió ayer en las redes sociales después de que Arabia Saudita reconoció que Khashoggi murió en su Consulado en Estambul.

La versión de los hechos que Riad difundió a través de los medios señala: un equipo de 15 hombres se desplazó a Estambul a principios de octubre para reunirse con el periodista Khashoggi en el Consulado saudita.

El periodista del diario The Washington Post, que vivía en el exilio, tenía una cita en la legación diplomátic­a para poder recoger la documentac­ión para su boda.

Pero los hombres desplazado­s querían “llevarlo de regreso” a su país. Sin embargo, siempre según la versión oficial, se produjo en el Consulado una pelea y el disidente murió.

El diario The New York Times cita una fuente del Gobierno saudí que señalaba que dos hombres son los responsabl­es de que el operativo hubiera fracasado. Uno de ellos, el ya cesado vicejefe del servicio secreto Ahmed al Asiri, que lo había ordenado. El asesor Al Kahtani tenía conocimien­to de él y “contribuyó a un entorno agresivo, lo que posibilitó una violenta escalada (de la situación)”. Ambos son importante­s colaborado­res del príncipe heredero Salman e hicieron carrera a la vez que ascendía el heredero.

Tanto Al Kahtani como Al Asiri están considerad­os como colaborado­res muy leales a su jefe, al punto que, según los expertos, estarían dispuestos a pasar por chivos expiatorio­s.

A raíz de la enorme presión internacio­nal, la casa real se vio obligada a ofrecer una versión de la muerte del disidente que no salpique al príncipe heredero ni al rey, y, sobre todo, que evite las sanciones de Estados Unidos.

Pero hay que dejar margen a la fantasía si se quiere creer la versión de los sauditas. Primero porque contradice una serie de resultados de las investigac­iones de las autoridade­s turcas que ya se filtraron. Poco después de la desaparici­ón de Khashoggi, se habló de un equipo para matar que viajó a Estambul adrede. Y el asesinato aparece en el audio que hasta la fecha no fue publicado.

A su vez, parece poco probable que el heredero no supiese nada de lo que sucedía, pues desde su poder absoluto se mueven los hilos del aparato estatal. En Riad nadie quiere ser blanco de la conocida ira del príncipe Mohammed y menos aún se actuaría a espaldas de él con un operativo secreto contra uno de los periodista­s más conocidos del país.

Y, aun cuando así fuera, tampoco se explica por qué entre los 15 hombres que viajaron para secuestrar­lo había un forense. Salah Mohammed al Tubaigi, un experto en el manejo de cadáveres, fue identifica­do por Turquía y en los medios como uno del equipo. Su participac­ión, señalan los analistas, tiene sentido si ya desde antes se había planificad­o la muerte.

Además, se ha demostrado que otros miembros del equipo saudita forman parte del entorno del príncipe heredero. Al menos a cuatro de ellos se los ha identifica­do en diferentes viajes del príncipe al extranjero.

 ?? (AP) ?? Jamal Khashoggi. El periodista asesinado está en el centro de una red de intereses internacio­nales.
(AP) Jamal Khashoggi. El periodista asesinado está en el centro de una red de intereses internacio­nales.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina