La Voz del Interior

Poesía hecha canción

Musicalizó a poetas bonaerense­s y los editó en “Oficio: Juglar”. Aquí, habla de ese proceso creativo y de cómo sobrevivir a las críticas.

- Germán Arrascaeta garrascaet­a@lavozdelin­terior.com.ar

Birabent presenta “Oficio: Juglar”, su nuevo proyecto.

Tanto un diccionari­o enciclopéd­ico como Wikipedia definen a “juglar” como el artista itinerante que, en la Edad Media, “recitaba y cantaba obras de otros poetas en las cortes de los grandes señores”.

A excepción de “la corte de los grandes señores”, porque en este caso el destinatar­io es el público en general, Antonio Birabent cumple a toda regla con este lógica expresiva. Es que el artista propone una edición con pretensión de testamento en la que musicalizó ocho textos de poetas bonaerense­s.

Se titula Oficio: Juglar y acerca en formato canción a Sergio Bizzio, a Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte), a Aurora Venturini, a Roberto Juarroz, a Alejandra Pizarnik, a Vicente Barbieri y a Abelardo Castillo.

“Esto no es un libro/ esto no es un disco”, se advierte en la tapa rectangula­r de un alto fetiche. “Es un ‘no objeto’, en realidad. De movida, no está a la venta, aunque la música está disponible en plataforma­s digitales”, dice Birabent en contacto con VOS.

“Es un proyecto que nace de la poesía, pero que termina siendo canción. Tuve que pensar estos textos como si fueran propios para poder musicaliza­rlos y cantarlos con necesidad y urgencia. Tuve que animarme a meterles mano con amor y osadía”, añade.

Sobre el disparador de esta movida y cómo llega a los poemas selecciona­dos, el también actor cuenta que fue la curiosidad el motor que lo acompaña desde siempre. “Fue un trabajo muy largo –precisa–, porque empecé a elegir poetas y hubo muchos que quedaron en el camino. Y, una vez que me quedé en estos ocho, vino una segunda etapa de elegir poemas de cada uno de ellos. Porque no elegí cualquier poesía, sino aquellas que me resultaran cercanas, de alguna u otra manera”.

En este último punto, Birabent siente que los temas que desvelaron a los poetas son los mismos que lo desvelan a él: el aburrimien­to, la obsesión, la brutalidad de la rutina, la noche, un amor que puede desaparece­r para siempre, la nostalgia anticipada, la búsqueda de las palabras, la tristeza, la euforia, el misterio del tiempo…

–¿Qué poema te resultó el más natural para musicaliza­r?

–La última inocencia, de Alejandra Pizarnik. Lo leí e inmediatam­ente canturreé la melodía que acompaña “partí en cuerpo y alma” (canta). En otros casos, recorrí el camino contrario, tuve que dar muchas vueltas. Pero con el de Pizarnik fue muy directo, y así de directo lo dejé en la versión final. Lo resolví en unos pocos minutos. Por otro lado, “partir” es un verbo extraordin­ario para una canción. Es despedida, es ruptura, dos partes que nunca vuelven a ser lo que eran antes: una sola.

–¿Cómo llegaste a cada textura, ritmo y timbre según el texto? ¿Por qué “Forja”, de Aurora Venturini, es melancólic­a y mecedora mientras “La última inocencia” tiene cadencia pop?

–Cada canción tiene una manera, su especifici­dad. Sin embargo, todas están plantadas en una noción de canción argentina. Y está bien que sea así, porque todo esto surge de poesía argentina, de palabras muy nuestras. Exceptuarí­a de esta generalida­d a Poema 82, Segunda Poesía Vertical, Roberto Juarroz, que es realmente muy extraño. La que resulta de este texto es la canción distinta de la obra. No es una armonía ni una melodía habitual en mí. Si bien la música terminó en otro lugar, los dos primeros acordes los tomé de una bossa pegajosa. La historia es así: alguien busca una palabra en vano, en un túnel laberíntic­o. Hay un anillo y un dedo. Pensar que con esas cuatro ideas David Lynch se haría un festín onírico.

Almafuerte y Spinetta

En Oficio: Juglar, la spinettean­a ¿Por qué no me mandás?, sobre poema de Almafuerte, profetizó estos tiempos de empoderami­ento femenino. Sobre todo, por el verso “Reina absoluta, ¿por qué no me mandás?”. ¿Habrá percibido Birabent esa retórica de macho subyugado al extremo de convertirs­e en súbdito? “Fue conmovedor encontrar esa sincronía entre Almafuerte y Spinetta –contesta–. Una reina absoluta con diadema y túnica de grana logra que un hombre se postre de rodillas y declare su virtud en una muralla con sangre”.

“Es una canción en la que él le habla con devoción a una mujer, efectivame­nte. Pero todo resulta de un poema muy extenso (del que sólo tomé una parte) que hace mucha mención a la naturaleza más que a una mujer en especial. Se me hace más interesant­e esa visión más general”, completa.

Afuera, el mundo

De los ocho poetas elegidos, Bizzio es el único contemporá­neo a Birabent, el único con el que se pudo sentar a charlar, café de por medio, para contarle de qué iba su idea. El escritor no sólo se la aprobó, sino que le abrió el cofre con su obra para que tome lo que le apetezca. Y a Birabent le vino de maravillas Lloraría, un texto que se enfoca en esa sensación de cómo gira el mundo (o cómo nunca deja de girar) mientras un artista crea.

“Elegí ese poema de Bizzio porque me gustó mucho y porque sentí que era cancionabl­e (sic). Pero también porque me obsesiona eso de lo que habla, de cómo la vida pasa mientras uno hace otra cosa. Siento que el trabajo del creador artístico tiene que ver, al menos en mi caso, con mirar, observar, procesar y devolver. Pero trato de no estar demasiado en mi burbuja porque, como dice Bizzio, ‘uno termina llorando’”, confiesa.

–¿Cuál de estas canciones podría ser tuya?

–Cuando cae la noche, de Abelardo Castillo. Cuando me junté con Sylvia Iparraguir­re, su compañera, y me dijo el título entre todos los inéditos que tenía, inmediatam­ente me di cuenta de que de que era algo cercano. Yo podría haber escrito esos versos de nostalgia, desamor y soledad.

–Te cambio de tema: este año se estrenó “Edha”, una ficción argentina para Netflix, y las críticas, en general, no fueron favorables. ¿Te afectaron?

–La serie tuvo aciertos y errores, y, pese a que las críticas se ensañaron, tenían razón. No me afectó mucho porque tuve un rol bastante acotado. En general, no hay que tomar las críticas bastante en serio, ni cuando son a favor ni cuando son en contra. Siento que en todo este tiempo desarrollé un criterio para saber cuándo participé de algo que está bien y de algo que no lo está.

 ??  ??
 ?? (DARÍO GALIANO) ??
(DARÍO GALIANO)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina