La Voz del Interior

El pestilente tufillo de Grababus

- Juan Federico Encrucijad­as jfederico@lavozdelin­terior.com.ar

Para la ciudadanía, el anuncio pasó entre la apatía que genera el descreimie­nto. Cuando hace poco más de una semana el Gobierno cordobés se ocupaba de difundir que iba a rescindir el contrato con la firma Grababus, encargada desde 2016 del grabado obligatori­o de autopartes, las señales sociales no fueron en sintonía con el impacto político y mediático que esta medida generó.

La palabra “curro” fue la que más veces se escuchó en cualquier bar o charla informal en la que el tema aparecía, aunque nadie tuviera pruebas para sostener semejante afirmación.

Muchos pagaron este trámite cuando tuvieron que vender un auto o comprar un cero kilómetro. Pero de ellos fueron pocos los que realmente lo aplicaron.

De manera insólita para lo que se presentaba como un importante mecanismo para la prevención del delito, lo único obligatori­o era abonar el trámite de Grababus. Nadie en el Estado exigía que luego el grabado se efectiviza­ra.

El nuevo propietari­o del vehículo podía ir a grabar sus autopartes o sólo asumir aquel costo como uno más dentro de la catarata de sobrepreci­os administra­tivos que viene adosada a la venta de cualquier rodado. Si después nunca lo hacía grabar, sólo había que volver a pagar el canon del grabado si en un futuro intentaba vender ese auto.

La práctica se emparentab­a más con un negocio privado con evidente venia oficial antes que con aquel fin declamado con el que se impulsó la ley 10.110 en el ya lejano 2012, cuando el ministro de Seguridad de la Provincia era Alejo Paredes y el gobernador, José Manuel de la Sota.

“El objetivo primordial de esta ley es la lucha contra el flagelo delictivo generado a partir del robo de automotore­s y motovehícu­los, como así también el seguimient­o de las autopartes sustraídas, dotando a las fuerzas de seguridad de un elemento vital para la lucha contra este flagelo”, se aseguraba entonces.

Pero desde que comenzó a aplicarse, recién en 2016, los cordobeses recibieron este trámite como un simple impuesto más. Lo tomaron con la misma resignació­n que ahora mostraron al trascender la noticia del fin de ciclo para Grababus.

Durante estos casi dos años, sólo un sector puntual dentro de la oposición política continuó reafirmand­o el carácter meramente monetario de esta instauraci­ón.

Ahora que la Provincia denunció a la firma por una supuesta evasión impositiva, no sólo en el mundillo político sino también en la calle no fueron pocos los que asociaron esta abrupta decisión con la reciente muerte del padre de la criatura, el exgobernad­or De la Sota.

En la Justicia provincial y en la Policía, en tanto, hace una semana que murmuran enojo. Se sienten usados por una disputa que nada tiene de prevención del delito y a la que señalan como política.

Ahora bien, ¿bajaron o aumentaron los robos de automotore­s en Córdoba?

GRABABUS, COINCIDEN DISTINTAS VOCES, ARRANCÓ Y MURIÓ POR INTERESES QUE POCO TENÍAN QUE VER CON LA INSEGURIDA­D.

Una primera lectura lineal advierte que la marca indeleble de autopartes poco y nada ayudó en ese sentido.

Pero aquellos que todos los días investigan el siempre activo mercado de vehículos y autopartes robadas no coinciden y se muestran molestos por la rapidez con la que corrió este diagnóstic­o, acaso alentado por los que ahora tienen que justificar lo que todavía sigue siendo bastante opaco.

Para estos pesquisas, el grabado era una herramient­a más, que servía al momento de analizar una autoparte, pero sólo si se la considerab­a en un conjunto más amplio.

De acuerdo con las condicione­s operativas –en las que sólo se observaba si se pagaba o no, sin que el grabado fuera obligatori­o–, poco podía pretenders­e que esta sola medida redujera el mercado de vehículos robados.

Grababus, coinciden estas voces, arrancó y murió por intereses que poco tenían que ver con el real combate contra la insegurida­d.

 ?? (LA VOZ / ARCHIVO) ?? En punto muerto. Desde la semana pasada, la firma dejó de operar en la provincia de Córdoba.
(LA VOZ / ARCHIVO) En punto muerto. Desde la semana pasada, la firma dejó de operar en la provincia de Córdoba.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina