El gobernador demoraría la designación del próximo fiscal General
El mandato de Moyano vence en marzo. Pero se repetiría lo ocurrido con De la Sota en su última gestión: quedaría un interino Suena el nombre de José Gómez Demmel, cercano al Gobierno provincial.
DE LA SOTA ASUMIÓ EN 2011 Y DEBÍA RENOVAR FISCAL GENERAL. PERO EN VEZ DE NOMBRAR UNO NUEVO, PUSO A UN “INTERINO”.
JUAN SCHIARETTI DEBE ELEGIR A UN FISCAL GENERAL POR CINCO AÑOS, A MESES DE PONER EN JUEGO SU REELECCIÓN.
En medio del próximo proceso electoral para elegir gobernador, indefinido por ahora por la falta de fecha de comicios provinciales, el Ejecutivo cordobés deberá tomar una decisión muy sensible: designar al nuevo jefe de los fiscales.
El mandato del actual titular del Ministerio Público Fiscal, Alejandro Moyano, vence el 14 de marzo del año que viene. Ya sea que se vote en junio o antes, la provincia estará en plena campaña y esa nominación no estará exenta de controversias.
Es que Juan Schiaretti debe elegir a un fiscal General por cinco años, a meses de poner en juego su reelección. Si gana el actual gobernador, el jefe de los fiscales lo acompañará todo el segundo mandato, pero si se impone otro candidato, el próximo gobernador deberá coexistir con un funcionario clave en el Poder Judicial sobre el cual no tuvo injerencia en la postulación.
En el hervidero de conjeturas, recelos y rumores que se vienen dando en Tribunales provinciales desde hace tiempo, el nombramiento del futuro titular del Ministerio Público acapara parte de la atención.
Es que es una pieza clave al momento de definir el comportamiento de los fiscales, que son el paso clave e inicial de la promoción o archivo de causas judiciales. Y eso para cualquier gobierno es un tema más que sensible.
Ese clima tribunalicio sumó un elemento más de incertidumbre después del fallecimiento de José Manuel de la Sota. En los pasillos de los Tribunales sostienen que así como ocurrieron una serie de cuestiones políticas, judiciales y administrativas tras la desaparición del exgobernador, los nombramientos y posicionamientos en la Justicia cordobesa serán alcanzados por ese nuevo mapa que tiene Unión por Córdoba.
Mecanismo
En medio de una danza de nombres que supera la decena de posibles sucesores de Moyano, apareció en las últimas horas la posibilidad de que Schiaretti utilice el mismo mecanismo que empleó De la Sota en su última gestión para garantizar mayor fidelidad del jefe de los fiscales.
Es que De la Sota asumió en diciembre de 2011 y debía renovar fiscal General en marzo de 2012 para reemplazar a Darío Vezzaro. Pero en vez de nombrar un nuevo funcionario, puso alguien de manera interina, que era la fiscal general adjunta María Marta Cáceres de Bollati.
En marzo de 2014, Cáceres de Bollati fue designada vocal del Tribunal Superior y De la Sota nombró a Alejandro Moyano como fiscal General.
¿Qué logró con esa dilación de dos años en el nombramiento? Que el fiscal General que él designó estuviese en todo el mandato del gobernador que lo sucedió, en este caso Schiaretti.
Schiaretti podría hacer lo mismo ahora con el argumento de no hacer una designación de esa importancia en plena campaña. En Tribunales nadie se anima a decirlo públicamente, aunque son muchos que lo ven como la posibilidad más concreta.
En el Ejecutivo sostienen que el nombramiento del nuevo fiscal General no está en estudio, sin más consideraciones.
Uno fiel
En caso de que Schiaretti repita el camino de De la Sota, habría que posar la vista en los actuales fiscales generales adjuntos.
En ese caso hay uno que corre con ventaja por sobre el resto: José Gómez Demmel, quien mantiene una aceitada relación con el Gobierno provincial.
En el contexto de las pujas tribunalicias, Gómez Demmel fue denunciado este año por supuestas injerencias indebidas en algunas causas, pero fue sobreseído. En la división entre delasotistas y schiarettistas dentro de las fiscalías generales adjuntas, está enrolado claramente entre los segundos.