Adelante, Dybala, Martínez e Icardi
Sería el ataque argentino para recibir a México mañana.
Cuando el nombre de Paulo Gazzaniga apareció en la lista de convocados a la selección nacional de fútbol, que mañana se presentará en Córdoba ante México, la sorpresa fue generalizada. ¿Quién es este arquero de 26 años, que ataja en el Tottenham Hotspur de la Premier League, pero nunca jugó profesionalmente en su país? Muchos, incluso, desconocían su origen argentino hasta que deslumbró a propios y extraños con sus atajadas en la victoria de su equipo ante PSV, por la Liga de Campeones de Europa.
Sin embargo, su historia comienza mucho antes. Y Córdoba fue una parada ineludible, y casi fundacional, para su condición de arquero “de selección”.
Es que, entre los 9 y los 13 años, Paulo pasó por las categorías promocionales de Las Palmas, donde su papá Daniel era arquero del primer equipo y también entrenador de arqueros en las divisiones for- mativas.
“De Las Palmas no me puedo olvidar nunca, porque allí transcurrieron mis últimos años de carrera, mis hijos jugaron ahí y sigo en contacto con los amigos que me dejó el club”, le cuenta Daniel a Mundo D desde Valencia, donde está radicado. Surgió de la cantera de River y, en Córdoba, pasó por Instituto, por Juniors y por Huracán de barrio La France, antes de Las Palmas.
Como padre, no logra contener la emoción por la convocatoria de su hijo mayor a la selección nacional. Y tampoco ocultó su sorpresa: “Todos quedamos shockeados y sorprendidos porque no lo esperábamos. Este fin de semana íbamos a ir a ver a su hermano (Gianfranco, también arquero, que juega en el Ponferradina, de la Segunda División B de España). Pero, de un día para el otro, cambió todo. Me enteré de la convocatoria por gente amiga de Buenos Aires que me enviaba mensajes para felicitarme. Yo no entendía nada. No lo creí hasta que salió la lista oficial. Entonces sí se me aflojaron las piernas, porque uno empieza a recordar lo difícil que fue el camino para llegar a este presente”.
Daniel no tiene reparos en aceptar que sus hijos lo han “superado” como arquero. “Lo único que heredaron es el puesto. Son muy técnicos los dos, pero diferentes. Paulo viene de menos a más. Siempre se asemejó al arquero europeo, sobrio, muy compenetrado en su área. Es de no arriesgar demasiado. Es un arquero muy concentrado, con buena comunicación y que juega con los pies. Le vino muy bien el préstamo al Rayo Vallecano (cuando estaba en el Southampton), porque tuvo continuidad. Eso fue una gran vidriera como para que Mauricio Pochettino (oriundo de Murphy, Santa Fe, al igual que los Gazzaniga) lo llevara al Tottenham”, contó Daniel.
¿Tiene derecho Las Palmas a sentir orgullo por la convocatoria de Paulo? “Sí, totalmente. Tiene todo el derecho porque los momentos que vivimos ahí fueron muy buenos. Para Paulo y Gianfranco, fue el mejor inicio que pueden haber tenido sus carreras. Estamos muy contentos de haber pasado por esa institución”, aseguró papá Gazzaniga, quien también mantiene un contacto fluido con Juan Carlos Olave, el actual director deportivo de Belgrano y con origen en Las Palmas.
Pintaba para “crack”
Leandro Chiatti es el actual coordinador de las inferiores de Las Palmas, un club que viene nutriendo al fútbol argentino de jugadores (Renzo Saravia, Fabricio Brener, Enzo Ortiz, Federico “Pachi” Carrizo, Cristian Ferreira y Jonathan Requena, entre otros, son un producto genuino de su cantera) y que, antes de los Gazzaniga, había pulido arqueros de la talla de Gustavo Bossio y el propio Olave.
Cuando Paulo Gazzaniga llegó al club junto a su hermano, de la mano de su papá, Chiatti era el entrenador de las categorías profesionales, con Javier Arcidiáncono como preparador físico. “Me acuerdo de que Paulo era flaco, alto, estilizado... Su hermano era más morrudo, pero los dos tenían muchas condiciones. Paulo era un pibe de un perfil bajo, muy tranquilo. El hermano tenía un carácter más fuerte”, contó Leandro.
En aquel momento (primeros años del milenio), Las Palmas no tenía el desarrollo que hoy tiene, con videoanálisis para sus juveniles, “algo que en aquel momento no soñábamos”. “A los Gazzaniga les tocó comer mucha tierra, pero sorprendían por la disciplina que tenían incorporada. Mucha constancia para trabajar y entrenarse; muchos valores que seguramente les había transferido su papá”, explicó el entrenador de entonces.
La “experiencia Córdoba” de los Gazzaniga culminó con la decisión familiar de mudarse a Europa, buscando un destino familiar y profesional que, en la convocatoria de Paulo a la selección, encontró un sentido pleno.
“Que Paulo Gazzaniga y Renzo Saravia estén hoy en la selección nos llena de orgullo. El proyecto nuestro en las divisiones formativas apunta a lo integral. Reclutamos pibes para potenciar sus condiciones naturales y también para hacerlos mejores personas”, aseguró Leandro.
Mientras tanto, en el club del viejo camino a La Calera esperan hacer valer los derechos de formación que le corresponden.