Un extranjero que fue condenado no será deportado
La Cámara B de Apelaciones de la Justicia federal rechazó la deportación de un extranjero que había sido condenado a cuatro años y seis meses de prisión por tenencia y comercialización de estupefacientes.
El ciudadano extranjero había pedido quedarse en Argentina, ya que su familia reside en el país.
La Dirección de Migraciones actuó en septiembre del año pasado haciendo lugar al decreto presidencial 70/2017, que establecía acelerar la expulsión de extranjeros acusados de la comisión de delitos, hizo un pedido para deportar a Giancarlos Eneque de la Cruz y el Juzgado Federal N° 3 hizo lugar.
Sin embargo, la Cámara de Apelaciones, con los votos favorables de los jueces Luis Alberto Rueda y Liliana Navarro, y la disidencia de Abel Sánchez Torres, determinó anular lo actuado por la dirección que había declarado irregular la permanencia de Eneque de la Cruz y revocó la sentencia del Juzgado Federal N° 3.
Según los fundamentos de los camaristas, “el procedimiento estuvo viciado”. En primer lugar, porque funcionarios de Migraciones entraron al establecimiento penal donde se encontraba el condenado y le notificaron la decisión de expulsarlo “sin asistencia jurídica al notificarse la medida expulsatoria”.
Posteriormente, el Ministerio Público de la Defensa, con el impulso de la fiscal María Mercedes Crespi, se opuso a la resolución 9/2017 de Migraciones por considerar que “no se garantizó el debido proceso”.
Eneque de la Cruz, además, adujo “vulnerabilidad extrema y pidió la inconstitucionalidad del fallo”.
Desde Migraciones, señalaron a La Voz que están a tanto del caso y que analizan apelar la decisión.
La detención de cuatro extranjeros luego de los incidentes que se produjeron durante la media sanción del Presupuesto en Diputados puso en el centro de la escena la situación de los inmigrantes. Desde hace casi tres años, Horacio García está a cargo de la Dirección Nacional de Migraciones, que ahora impulsa un proyecto para reestructurar el flujo de personas que llegan al país.
–¿Cuál es la situación de los cuatro extranjeros que fueron detenidos luego de los incidentes durante la media sanción del Presupuesto?
–En primer lugar, hay que aclarar que estamos hablando de excepciones. En dos años y medio radicamos en Argentina a 586 mil personas de todo el mundo. La Argentina es el destino más importante de Latinoamérica por su bienestar social. El 83 por ciento se radicó en Capital Federal y en el primer cordón del conurbano bonaerense. Eso es una bomba demográfica y no les sirve a los migrantes.
–¿Y la situación puntual de las cuatro personas que fueron detenidas?
–Están excarceladas, tal como establece la ley. Estamos esperando que exista una resolución judicial. Si dice que estas personas no han participado de ningún hecho todo se vuelve a la normalidad. Pero si se comprueba que participaron tienen que tener el debido proceso.
–Nosotros no resolvemos la cuestión restrictiva. Las personas que vienen a producir, trabajar y estudiar tienen en la Argentina un sistema muy hospitalario y de apertura. En dos años y medio sólo 1.300 personas fueron expulsadas del país, aun con el decreto 70.
–El Presidente habló hace unos días de reordenar la política de migraciones.
–Trabajamos en la orientación del flujo migratorio hacia los lugares donde tiene que desarrollarse la Argentina, por ejemplo Vaca Muerta, el corredor frutihortícola o donde hay explotación minera, como San Juan. Hay muchísimos sitios donde la Argentina tiene que pensar un perfil de desarrollo. Hay que retomar el esquema de reorientación del flujo migratorio.
–¿Cuáles son los ejes de ese proyecto?
–Hay que integrar a la gente a través de la herramienta que hizo de la Argentina una potencia: el trabajo. Podemos hacer un sistema que funcione equilibradamente con las 24 provincias, donde cada una sea una posibilidad. Las migraciones internas también se
–¿Cómo impactó la crisis de Venezuela?
–Desde que comenzó la diáspora, tenemos 100 mil venezolanos radicados en el país. Venezuela logró algo histórico, venció a Paraguay y a Bolivia en el ranking migratorio. En general es gente muy formada. En el primer año y medio, llegaron siete mil ingenieros, que no los produce la Argentina, y además 1.500 profesionales de la salud que no los estamos aprovechando como debiéramos.
–¿Cómo está la Argentina en la región?
–Cuando se analizan los índices de la región, este es por lejos el país más hospitalario. Tenemos que ser compatibles con todo el mundo, generar situaciones similares para con los migrantes y que existan responsabilidades compartidas entre los países, que es un concepto de la ONU, no sólo compete a los países receptores, sino también a los que expulsan. Tenemos que darnos esa discusión.