La Voz del Interior

Rodrigo hizo una “defensa personal” ante el tribunal

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

En una larga exposición de “defensa personal”, el titular de Cordubensi­s (CBI), Eduardo Rodrigo, insistió ayer en que en su empresa hacían “mediación financiera” y que toda la operatoria no constituía delito alguno.

En una clase de economía y finanzas, valiéndose de un proyector con cuadros, diagramas y resúmenes, el único detenido de la megacausa realizó a lo largo de horas una extensa exposición exculpator­ia. Su tarea docente pretendió ofrecer otra mirada a los magistrado­s que lo juzgan, los miembros del Tribunal Oral Federal 2 de Córdoba, Fabián Asís, Carlos Lascano, Jaime Díaz Gavier y el suplente Julián Falcucci.

En ese afán, Rodrigo insistió en que CBI acercaba a las partes para que estas se prestaran y tomaran dinero, con lo cual hacían “mediación” y no intermedia­ción financiera. El delito que es central en este juicio será un duro escollo de superar para él y los restantes acusados.

Esa no fue la parte más feliz de su exposición, porque no pudo despejar algunas cuestiones que reafirman ese tipo de operatoria, como los contratos de mutuo, el ingreso de los cheques a la empresa y el efecto que pudiera tener un rumor para lograr una corrida financiera en una entidad que sólo “acerca a las partes”.

Un tanto mejor estuvo al argumentar sobre las estafas. Resulta difícil demostrar que quienes concurrían a hacer sus depósitos a alta tasa a un shopping hayan colocado su dinero a partir de un ardid. Por eso, en este punto será crucial lo que señalen los ahorristas respecto de lo que les dijeron cuando dejaron sus valores.

En relación con la asociación ilícita, Rodrigo pareció no preocupars­e demasiado, teniendo en cuenta que en 2007 se constituyó la entidad con el nombre Cash, con un objeto lícito inscripto en Sociedades Jurídicas y de acuerdo con la ley de entidades financiera­s vigente. Será tarea de la acusación probar que en 2012, cuando cambió la ley, los socios se conspiraro­n para delinquir.

Rodrigo reiteró que la instrucció­n de la causa no depositó los cheques para su cobro.

Según él, esto hubiera valido para levantar la quiebra y pagar, entre otros, a los ahorristas que reclaman judicialme­nte. Si bien en otras ocasiones se habló de 120 millones, ayer mencionó 90 millones de pesos, entre los cheques de categoría 1 y 2 (confiables) que alcanzaría­n para pagar los 40 millones de la quiebra.

Maratónica exposición Sumamente extensa fue su declaració­n, al punto que en un tramo Rodrigo se descompens­ó y debió tomar un café.

Explicó que estaba despierto desde las 4, cuando inició su rutina en la cárcel de Bouwer.

En su alocución, el titular de CBI aclaró que él estaba a cargo de todo el manejo administra­tivo de la financiera y despegó de esas responsabi­lidades a sus socios, también acusados. Además de negar que hubiera “socios ocultos”, también exculpó a José María Núñez, de quien dijo que sólo hacía mantenimie­nto informátic­o.

Sobre el otro acusado, Darío José Ramonda, titular de la concesiona­ria Centro Motor, aseguró que con él sólo lo unía un contrato de recaudació­n para cobrar los vehículos que vendía.

Libro, afuera

También, cuando finalizó su cla- se, Rodrigo comenzó a responder preguntas de las partes; particular­mente, del fiscal Carlos Gonella y de los querellant­es, los organismos de control y los abogados de los ahorristas.

Gonella levantó el libro La Caída, que Rodrigo escribió al año siguiente de la debacle de la financiera, y preguntó: “¿Usted escribió esto?”. Hubo respuesta afirmativa.

Pero el vocal Asís lo interrumpi­ó y le dijo que no formaba parte de la prueba de la causa.

Tras correr vista a las partes, el tribunal decidió que ese material no puede ser usado en el debate, por extemporán­eo.

Puede presumirse que la intención del fiscal era utilizar un tramo en el que Rodrigo, en aquella época, defendía la existencia de las mesas financiera­s, como un mal necesario del movimiento económico. Hoy, la estrategia es otra y esa decisión del tribunal puede considerar­se un pequeño triunfo para la defensa.

Cuarto intermedio

Terminada la exposición del principal acusado, la próxima audiencia será el jueves 22, cuando declare otro acusado: Darío José Ramonda.

Seguidamen­te, se dará paso al inicio de la rueda de testigos. La primera en presentars­e será Karina Assef, quien era novia del vicepresid­ente de CBI, Jorge Suau.

Fue ella quien llevó a la Justicia federal la supuesta carta póstuma que entregó al fiscal Enrique Senestrari para dar inicio a la investigac­ión del caso CBI.

EL PRINCIPAL ACUSADO, Y ÚNICO DETENIDO, PRESENTÓ CUADROS, DIAGRAMAS Y RESÚMENES DE LA ACTIVIDAD FINANCIERA DE SU FIRMA.

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(RAMIRO PEREYRA) “Todo legal”. Por horas, Eduardo Rodrigo expuso ante los jueces y ante las partes. Negó que haya realizado acciones financiera­s ilegales.

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