Las dudas sobre el bono crecen más que los precios
En los 10 días que pasaron desde que el Gobierno nacional canjeó con la CGT el levantamiento de un paro nacional a cambio del pago de un bono no remunerativo de cinco mil pesos para todos los empleados del sector privado, sólo crecieron las dudas en torno de esa medida “compensatoria”.
A esta altura, está claro que el bono constituye, antes que nada, una mayúscula improvisación. Lejos de aclararse, las dudas iniciales sobre ese beneficio salarial se hicieron mucho mayores luego de que el martes el Gobierno publicara el decreto 1.043, que establece la obligatoriedad del pago a los empleadores privados.
Hoy los abogados laboralistas son los más preocupados. Anticipan que la “solución” del bono multiplicará los conflictos, ya que el decreto es jurídicamente defectuoso y deja enormes lagunas en torno de puntos críticos: la posibilidad de que las empresas pretendan pagarlo a cuenta de futuros aumentos y en más cuotas que las dos establecidas.
Todavía más: no se determinaron las sanciones para los empleadores que no cumplan con el pago, y hasta en el Ministerio de Trabajo de la Provincia se preguntan qué harán cuando comiencen los reclamos gremiales en torno al bono.
El absurdo se completa con numerosos análisis económicos que indican que el bono representa
LA CONFUSIÓN EN TORNO DEL BONO ES MAYOR TRAS LA PUBLICACIÓN DEL DECRETO QUE DEBÍA RESOLVER LAS DUDAS.
migajas ante la enorme porción del salario que se devoró la inflación. En simultáneo, varios sectores productivos advierten que no lo abonarían.
El récord del absurdo es que el Estado ideó un bono para los privados y hasta ahora lo más certero es el hecho de que lo cobrarán cientos de miles de empleados públicos: ocho provincias anunciaron bonos de hasta 10 mil pesos y la Nación pagará el bono a la administración nacional y a las fuerzas de seguridad. También analiza un pago extra para beneficiarios de la Asignación Universal y un anticipo de aumentos a los pasivos que dependen de Anses.
La renuncia del secretario de Trabajo, Jorge Triaca, parece lo más coherente de estos 10 días.