La Voz del Interior

El Tri en Córdoba, una postal distinta de la del ’78

- Gustavo Farías El Expediente gfarias@lavozdelin­terioor.com.ar

Que el mundo se globalizó y las comunicaci­ones hicieron un giro revolucion­ario es una verdad que no admite discusión. Intentar trazar el paralelo comparativ­o entre una cobertura periodísti­ca de hace 40 años con las que se realizan en nuestros días es como poner a correr a un Fiat 600, muy de moda en 1978, con cualquiera de los autos de alta gama de hoy.

Hace 40 años, la selección mejicana de fútbol se presentó en el Mario Kempes (por entonces estadio Córdoba) con la expectativ­a de cumplir un gran Mundial. Venía de realizar una auspiciosa gira europea y la prensa mejicana tenía cifradas esperanzas en mejorar lo ya hecho por el Tri en

1970, cuando por primera vez había superado la fase de grupos. A pesar de la ansiedad reinante en el país del Norte, apenas un puñado de periodista­s mejicanos acompañó al equipo. Desplazars­e desde el Hemisferio Norte hasta Córdoba constituía una aventura difícil de afrontar por más que se tratase de un campeonato Mundial.

Ayer, el mismo escenario que fue testigo de la derrota más holgada de la historia mundialist­a de México (0-6 ante Alemania Federal) vio a una marea de periodista­s mejicanos, infinitame­nte superior a la acreditada en

1978, para cubrir el amistoso de hoy entre dos seleccione­s en formación y con técnicos interinos. Televisora­s, medios radiales y portales de internet desfilaron incesantem­ente ayer por la práctica de los dirigidos por Ricardo Ferretti en el Chateau. Si hasta Jared Borgetti, quien fue el máximo goleador de la selección mejicana, se llegó como columnista de la cadena ESPN.

Intentar referir este fenómeno mediático exclusivam­ente al progreso de las comunicaci­ones es desconocer el tremendo crecimient­o del negocio del fútbol. El Argentina-México de hoy, por más que sea un ensayo futbolísti­co, tendrá un efecto tanto o más explosivo que el de aquel encuentro mundialist­a que trajo, a lo sumo, una decena de hombres de prensa de tierra azteca.

Malos recuerdos. Los medios mejicanos presentes en Córdoba resaltan el hecho de estar pisando el estadio de la humillació­n más grande de su historia. Aquí habían llegado ya con un indigeribl­e 1-3 ante Túnez (en Rosario), y el 0-6 ante los germanos fue la lápida a cualquier pretensión de clasificac­ión del equipo que mostraba un rubí en bruto: Hugo Sánchez, por entonces con juveniles 21 años.

En medio de tanta frustració­n, Eduardo Alarcón, prosecreta­rio del Consejo Nacional de la Federación Mexicana de Fútbol, dejó una frase de antología: “La culpa es de los periodista­s por haber inflado exageradam­ente al equipo nacional. Los dirigentes no tenemos ninguna culpa en este asunto”. Anécdota al margen, la pelota sigue en el centro de la escena. Y, para ello, no le hace falta un Mundial. El solo hecho de rodar le da trascenden­cia mediática. Como en 1978, como hoy mismo.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina