Oportunidades en tres dimensiones
Cuando uno ingresa a su pequeño departamento y base de operaciones de la calle Corro, se encuentra con uno de los íconos de la cultura mundial: “El David”, de Miguel Ángel.
Con la misma perfección con la que luce en Florencia (Italia), allí asoma a una escala inusual, en un tamaño pequeño al alcance de una mano, y en un material también poco frecuente: plástico.
Es una de las muestras que tiene Irene Presti para exhibir sobre el potencial de la impresión 3D, una de las tecnologías que más está creciendo en el mundo para la fabricación de utensilios de cualquier tipo. Incluso ya se está utilizando para elaborar productos que hasta no hace mucho parecían sólo en la ciencia ficción, como órganos humanos y comida.
Presti es cordobesa por adopción: nació en San Luis pero hace 30 años está radicada en La Docta. Desde donde se convirtió en una de las principales referentes a nivel nacional de la impresión 3D, al punto de haber sido una de las fundadoras y actual presidenta de la Cámara Argentina que nuclea a los emprendedores que trabajan con esta tecnología.
Tiene 47 años y es licenciada en artes visuales. “Siempre me gustó mezclar colores, hacer arte, mediante las tecnologías. Entonces, cuando aparecieron las impresoras 3D me obsesioné, comencé a investigar y a practicar. Y encontré que es la combinación perfecta para dibujar, crear algo y tenerlo en las manos en cuestiones de horas”, afirma Presti.
La mayoría de sus horas las pasa viajando con uno de sus “cubos” (la forma de los aparatos) y dando capacitaciones por todo el país. Dice que es una de sus grandes satisfacciones, pues considera que está haciendo un importante aporte para el desarrollo social. En este marco se destaca que, a través de 3du.digital, creó la primera Diplomatura en Impresión 3D que se dicta en ámbitos académicos.
“Mi principal objetivo es formar a las personas y ver que tienen una fuente de trabajo a través de las tecnologías que les enseñamos. Lo más gratificante es la gran cantidad de alumnos que comenzaron a trabajar a partir de las clases que les hemos dado. Es una oportunidad de crear nuevos emprendedores que crecen con nuevos procesos de trabajo, revalorizando sus producciones y logrando un valor distinto, que probablemente no alcanzarían con otro tipo de tecnologías”, remarca Presti.
Como mujer y dirigente en una entidad empresaria, también sobresale por su trabajo para potenciar la presencia femenina en los espacios de decisión. Concretamente, participa de la asociación internacional denominada “Women in 3D printing”.
“Somos mujeres que trabajamos con estas tecnologías y que buscamos seducir a otras a que se sumen. En esto hay mucho de desconocimiento que queremos desterrar e incorporarlas”, resume Presti.