La Voz del Interior

Quejas por demoras en recolecció­n de residuos frente a una sala cuna

- Verónica Suppo vsuppo@lavozdelin­terior.com.ar

Un día después de que los vecinos de Yofre Sud se quejaran por el humo que emana de un basural a cielo abierto y que la Provincia decidiera mudar a los chicos de un colegio próximo por considerar­lo un punto de contaminac­ión, en el noroeste de la ciudad, en barrio San Ignacio, otro grupo de frentistas se expresó ayer preocupado por una situación similar.

Las barrancas del arroyo El Infiernill­o están cubiertas de residuos y las columnas de humo ingresan a sus hogares.

“Tengo tres hijos de 15, 7 y 5 años. Los tres con principio de asma y cada vez que se prende el basural, los saco de la casa y los llevo a otro sitio porque no se puede estar. Cuando están en el colegio, no pasa nada, pero si están en casa, directamen­te, nos tenemos que ir”, contó a La Voz Alejandro Varela, quien vive al frente de este basural, ubicado en la esquina de Juan Cano y José Ramón Fragueiro, en San Ignacio.

En esa intersecci­ón ingresa el cauce del arroyo, aunque es casi imposible distinguir el agua porque está cubierta por basura y en algunos tramos es de color verde y está estancada por las mismas bolsas de basura, escombros, perros muertos, pedazos de televisore­s, lavarropas y autos viejos.

Los vecinos aseguraron que en varias ocasiones recurriero­n al CPC Colón en busca de ayuda, ya que, al menos, una vez a la semana el basural se prende fuego y se convierte en una cortina de humo. “Como están las barrancas, la gente tira todo. A la noche explotan los tanques de gas de los autos que tiran y empieza el humo, pero no recuerdo que vengan a limpiarlo”, explicó Varela, quien es el vecino más próximo al basural.

Entre su casa y las barrancas, hay dos juegos infantiles, pero debido al estado de la zona, están prácticame­nte en desuso porque, por momentos, el olor es nauseabund­o. Incluso, los mismos frentistas contaron que debieron guardar en un sitio baldío contiguo un tobogán para evitar que sea robado.

“Mi casa está a menos de 200 metros de la barranca y no se puede respirar cuando hay humo. Cuando tiendo la ropa, queda toda con olor. Y a la noche es imposible porque también se prende”, contó Ivana, una mujer que justo cruzaba el basural para acompañar a su hija adolescent­e a las clases de hockey. “Miren cómo ahora mismo

Un grupo de padres que concurre a la sala cuna Aprendiend­o a Volar, de barrio Yapeyú expresó ayer la preocupaci­ón por las demoras en la recolecció­n de basura, la que se acumuló cinco días frente a este centro de atención.

Los vecinos próximos a la esquina de Juan Roque y Sinsacate se mostraron molestos por el atraso en el servicio de Lusa, al advertir que en las bolsas –que se habían apilado en las veredas– había también gusanos.

Preocupado­s, los vecinos tomaron fotografía­s para subir a las redes sociales, como una forma de advertir que se trataba de una zona con mamás y bebés que llegan para realizar trámites.

La legislador­a de Unión por Córdoba Ana María Papa expresó que recorrió ayer los barrios Yapeyú y Barranca Yaco, en los que también había cuadras sin que se completara el servicio de recolecció­n de basura. “Fueron levantadas sólo las bolsas de basura frente a la sala cuna, pero nos planteamos esta preocupaci­ón porque los mismos papás nos hicieron saber lo que estaban viviendo”, indicó la legislador­a, quien adelantó que trabajará junto con la concejala de Unión por Córdoba Nadia Fernández en un relevamien­to más amplio de la zona.

Respecto de la acumulació­n de residuos, Fernández precisó que ampliará la denuncia penal contra la administra­ción de Ramón Mestre debido al número de basurales a cielo abierto, que la Provincia asegura que son 123. Por su parte, el concejal del PRO Abelardo Losano presentó un proyecto para aumentar los controles y las multas por arrojar residuos.

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