La Voz del Interior

El patrimonio de jueces y camaristas de Córdoba

Vocales del TSJ, los fiscales generales y el fuero Penal Económico enviaron las actualizac­iones de sus declaracio­nes patrimonia­les. La mayoría no informó cuánto cobró el año pasado. Otros omitieron consignar valores de mercado de sus inmuebles y renta fi

- Juan Manuel González jmgonzalez@lavozdelin­terior.com.ar

El fiscal Anticorrup­ción Hugo Amayusco presentó una detallada declaració­n jurada de bienes, en la que consigna que es propietari­o de tres inmuebles y tres vehículos y dispone de 156.600 pesos y 24.730 dólares. De los funcionari­os judiciales a los que La Voz les solicitó sus respectiva­s declaracio­nes juradas, Amayusco es quien más deudas tiene: debe 578.541 pesos, en concepto de tres préstamos personales.

Hace dos años, cuando se solicitaro­n por primera vez los detalles patrimonia­les a la Justicia provincial, Amayusco remitió informació­n parcial. Ahora, en cambio, fue minucioso al consignar sus activos.

Conservado­r en sus estrategia­s financiera­s, no posee plazos fijos ni títulos públicos: mantiene las mismas propiedade­s que declaró hace una década, aunque mejoró la flota de vehículos familiares: ahora tiene un Volkswagen Fox 2011, un Citroën C3 2011 y un Toyota Etios 2016.

Amayusco fue uno de los pocos funcionari­os que informaron la valuación de mercado en dólares de sus inmuebles: una casa de 170 mil dólares, un departamen­to de 75 mil dólares y un terreno de 300 mil pesos en Anisacate. La importanci­a de dar este dato es que la diferencia con la valuación fiscal es enorme. Por ejemplo: la casa del fiscal tiene una valuación de 1,1 millones de pesos (unos 30.500 dólares).

El juez que controla a Amayusco es Gustavo Hidalgo. En comparació­n con la declaració­n jurada anterior, correspond­iente a los bienes que poseía en 2015, este funcionari­o sumó a su patrimonio un departamen­to, por lo que ahora es propietari­o (junto con su esposa) de tres inmuebles.

A diferencia de Amayusco y de lo que él mismo había hecho en la declaració­n patrimonia­l anterior, Hidalgo no precisó qué valor de mercado tienen actualment­e sus inmuebles. Tampoco informó qué tipo de vehículos posee; sólo indicó que son dos. En 2015, tenía uno modelo 2014 y otro 1973.

La declaració­n patrimonia­l anterior de Hidalgo correspond­e al 31 de diciembre de 2015, cuando era fiscal Anticorrup­ción. Luego pasó a desempeñar­se como juez de Control. A él lo reemplazó Matías Bornancini, quien se hizo cargo de esa fiscalía en agosto de este año, días después de que se solicitara esta informació­n al Tribunal Superior de Justicia, por lo que no es parte de este informe.

Un plazo fijo de 70 mil pesos es la única inversión monetaria del juez Hidalgo, quien además informó que en la cuenta sueldo atesora 450 mil pesos y dispone de 20 mil dólares por fuera del sistema bancario. Su único ingreso es el de juez de primera instancia, aunque no consignó a qué cifra asciende su sueldo.

Por encima de los juzgados de Control está la Cámara de Acusación, que interviene como tribunal de alzada. La integran Patricia Farías, Carlos Salazar y Jorge Leiva. Esta es la primera vez que La Voz publica las declaracio­nes juradas de los tres camaristas que integran el peldaño judicial entre los jueces de Control y el Tribunal Superior de Justicia.

Patricia Farías suma a sus ingresos de vocal de cámara una pensión y el producto de alquileres: tiene cuatro propiedade­s: dos casas y dos departamen­tos en un mismo edificio. Y es propietari­a de tres autos: un Toyota 2010, un Clio 2011 y un Peugeot 207 modelo 2013.

El camarista Carlos Salazar tampoco actualizó sus ingresos como miembro del Poder Judicial y como docente, ni lo que le generan las rentas de sus propiedade­s. Tiene tres: dos en calle 27 de Abril, en Alberdi, y un departamen­to en Nueva Córdoba, por una valuación global de 95 mil dólares. La propiedad principal es de su esposa, según informó, y tiene un valor de mercado de 250 mil dólares.

En general, no se tomaron en cuenta para la elaboració­n de este informe los ingresos, inversione­s y propiedade­s de cónyuges de jueces y fiscales, salvo casos como el de Salazar, en los que el bien incide de manera determinan­te en el patrimonio del funcionari­o. En el caso particular de Salazar, su esposa, Marina Cappellett­i, es asesora en la Justicia de Familia.

Salazar no informó el dinero del que dispone (sólo dijo tener tres mil dólares) e indicó que posee dos vehículos: un Fiat Palio y una Honda CRV.

El tercer integrante del tribunal de alzada es Jorge Leiva, quien informó un salario de bolsillo de 213.900 pesos, y ahorros por 560 mil pesos y 200 mil dólares. Él sí remitió la declaració­n jurada anterior, correspond­iente a 2015, cuando tenía 90 mil pesos y 84 mil dólares. El resto de sus bienes son los mismos: un Peugeot 308 y una casa de fin de semana.

De los seis vocales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) –el miércoles último falleció Carlos García Allocco, por lo que su declaració­n jurada no está incluida en este informe– sólo Sebastián López Peña actualizó sus ingresos: 255.600 pesos netos mensuales (192.700 pesos de bolsillo).

Su salario neto es de 255.600 pesos, 60.600 pesos más del que percibió (también neto) en octubre último el gobernador Juan Schiaretti. López Peña es el integrante más joven del alto cuerpo, y por ende quien menos antigüedad tiene, lo que incide en su salario. No fue este su único ingreso: recibió honorarios adeudados y es profesor universita­rio, aunque en este último rol percibe apenas 3.100 pesos de bolsillo.

A diferencia de sus colegas, López Peña se mostró menos conservado­r al momento de realizar inversione­s: tiene títulos públicos por 535 mil pesos, dispone de 945 mil pesos en efectivo y mantiene una explotació­n inmobiliar­ia en el exterior, la que actualizó en 2,9 millones de pesos.

También cambió el auto: ahora posee una coupé Mercedes Benz que tiene un valor estimado de 1,6 millones de pesos. Pero mantiene los mismos inmuebles que cuando desembarcó en el Poder Judicial: una casa y un departamen­to con cochera, los tres como parte de la sociedad conyugal.

Los ahorros de los supremos Al comparar las últimas declaracio­nes juradas de Domingo Sesín, se advierte que enfocó sus inversione­s en el rubro inmobiliar­io, aunque mantuvo la cantidad de propiedade­s: 13.

Según informó a la Escribanía General de Gobierno el 29 de diciembre del año pasado, en 2017 vendió un departamen­to sobre La Cañada y compró dos: uno en la misma cuadra y otro sobre bulevar San Juan. En agosto de este año, dio de baja de su patrimonio una propiedad en calle Santa Rosa, de la cual tenía el 33 por ciento.

La venta de inmuebles le generó al vocal del TSJ 5,4 millones de pesos, que este año fueron incorporad­os a su declaració­n jurada en el ítem “créditos por cobrar”; correspond­en a la casa de calle Santa Rosa y a un inmueble del que aún no había tomado posesión.

No actualizó cuánto percibe como vocal del TSJ. Tampoco informó ningún ingreso por alquiler de sus propiedade­s. Sí notificó los cambios en el dinero que dispone en cajas de ahorro: 930 mil pesos. Tampoco actualizó su vehículo y mantiene el mismo modelo 2005 que tenía dos años atrás.

El vocal Luis Rubio se refugió en el dólar. En 2015 tenía tres plazos fijos: de 152.758 dólares, de 830 mil pesos y de 500 mil pesos, que era de su esposa. Este año tiene uno de 277.475 dólares, según informó el 6 de noviembre de este año, al actualizar su declaració­n jurada.

También aumentaron los dólares a los que tiene acceso en cajas de ahorro o no bancarizad­os: pasaron de 39.350 a 79.608. Pero disminuyer­on los pesos: disponía de 102 mil y ahora posee 74.700. En su última declaració­n patrimonia­l, anticipó que señó un departamen­to y dos cocheras, inmuebles que modificarí­an su patrimonio en los próximos ejercicios contables.

Respecto de la declaració­n anterior, mantuvo sus inversione­s en un tiempo compartido en Aruba por un monto de 54.800 dólares, y no informó cambios en sus inmuebles, por lo que mantiene una casa y dos monoambien­tes.

La vocal Marta Cáceres de Bollati informó sólo un cambio: pasó de un Peugeot 408 Allure a un Peugeot 408 Feline. Mantuvo sin cambios el dinero del que dispone: 1,6 millones de pesos, 142.800 dólares y 3.000 euros. Comparte con su marido un departamen­to de tres dormitorio­s y una casa en Calamuchit­a, y es la única dueña de un departamen­to de dos dormitorio­s.

Como casi todos los integrante­s del Tribunal Superior de Justicia, no informó cuánto se ajustaron sus ingresos como vocal del cuerpo, en su cargo de profesora universita­ria y por la renta de su inmueble.

Por su parte, Mercedes Blanc de Arabel sólo registró cambios patrimonia­les respecto de dinero e inversione­s, todo en pesos: actualment­e atesora 359 mil pesos y dos plazos fijos gananciale­s que suman 988.120 pesos. Mantiene sus inmuebles: una casa en Córdoba y un terreno en Los Reartes. Aunque sí cambió el auto: del Volkswagen Vento que tenía en la anterior declaració­n jurada pasó a un Chevrolet Cruze.

Finalmente, Aída Tarditti, presidenta del Tribunal Superior de Justicia, quien tenía un departamen­to sobre Cañada, sumó a su patrimonio otro con cochera en barrio General Paz. También cambió el Fiat Punto informado en 2016 por un Peugeot 2008. En su caja de ahorro, tiene 570 mil pesos, y 510 mil pesos están en un plazo fijo.

DE LOS SEIS VOCALES DEL TSJ, SÓLO LÓPEZ PEÑA ACTUALIZÓ SUS INGRESOS. GANA 60 MIL PESOS MÁS QUE JUAN SCHIARETTI.

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(NICOLÁS BRAVO ) La cúspide judicial. Los miembros del TSJ López Peña, Blanc de Arabel, Sesín, Tarditti y Rubio, y el fiscal General Alejandro Moyano.

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