También es alta la prevalencia en tres ciudades del interior de la provincia de Córdoba
Jesús María. El número es abrumador: cuatro de cada 10 adolescentes escolarizados refirieron haber sido víctima de manifestaciones de violencia en el noviazgo. Es la conclusión a la que arribó la mesa juvenil de la ONG Sí, Mujer, tras una encuesta en colegios secundarios de Jesús María, Colonia Caroya, y Sinsacate.
El cuestionario tenía 20 preguntas y una escala de valoración. Los que puntuaron hasta 15 puntos, tenían una relación con respeto y democracia; de 15 a 25 puntos, una relación conflictiva; de 25 a 40 puntos, con indicadores de violencia; y más de 40, violenta. La consulta fue realizada en colegios públicos e incluyó a secundarios para adultos.
Respondieron varones y mujeres. Los resultados fueron similares en ambos casos, aunque las mujeres refirieron ser víctimas de violencia con mayor frecuencia.
El cuestionario incluyó preguntas relacionadas con maltrato verbal, burlas, agresiones sexuales, comparaciones, golpes, tendencia al aislamiento, sobreprotección, y manipulación sentimental, entre otros. Cuatro de cada diez mujeres señalaron haber sido víctimas de esas situaciones de violencia, entre algunas veces y frecuentemente.
Ellas mostraron mayor soltura para hablar, narrar experiencias, y fueron quienes tuvieron mayor predisposición para debatir ciertos aspectos sobre el problema. En los varones, la prevalencia de violencia reconocida descendía a tres de cada diez.
Anahí Rodríguez, referente de Sí, mujer, destacó: “Nuestro objetivo fue recorrer los espacios áulicos para trabajar mitos y verdades de los noviazgos adolescentes, a través de una charla taller y la encuesta”. “Logramos instalar el debate y de paso obtener el insumo para abordar durante todo 2019 estrategias de prevención de esa problemática. Nos asombró que el número haya dado tan alto”, añadió.
“Los números –agregó Rodríguez– son preocupantes porque se trata del noviazgo. Vimos que está muy naturalizada la violencia. Para la mayoría, por ejemplo, los celos son algo natural. Y se van asombrando y cambiando las caras a medida de que les señalamos qué es violencia y qué no lo es”.
Desde Sí, mujer apelaron al armado de una red interinstitucional que les permita el trabajo preventivo, además de sumar capacitación al cuerpo docente para afrontar el problema
“Tenemos que romper con ese mito que asegura que si no hay golpe no hay violencia. ¿Qué pasa con el maltrato psicológico que es invisible? A muchas nos pasa que naturalizamos conductas y después tuvimos consecuencias mucho más graves”, concluyó Rodríguez.