La participación política, un eje de debate en los templos
La fuerte presencia en los territorios, la ascendencia del pastor sobre sus fieles y la participación en los últimos debates públicos llevaron a numerosos evangélicos a comenzar a recorrer el camino de la participación política.
Los representantes de las iglesias más importantes se mantienen al margen, por ahora. En cambio, aquellos con más presencia barrial se empiezan a vincular cada vez más con el Estado.
Miguel Siciliano es el secretario de Asuntos Institucionales de la Provincia. Desde la gestión, tiene vínculos de gestión con las iglesias evangélicas. Y al mismo tiempo convocó a pastores, sobre todo barriales, a militar en su espacio dentro del peronismo de la Capital.
“Tienen un enorme compromiso social y desarrollan un gigantesco trabajo de contención en los territorios. En ese marco, hemos incentivado la participación de ellos en la política y hemos invitado a que lo hagan en cualquier espacio político, incluyendo el nuestro”, dice Siciliano.
Y agrega: “Los pastores no son demandantes de asistencia del Estado, salvo emergencias puntuales de algún miembro de su iglesia. Tampoco han pedido que yo, como funcionario del Gobierno, me exprese en tal sentido respecto de los temas que ellos consideran prioritarios, como aborto o educación sexual. Sí han querido saber qué pienso de esos temas, aunque no lo plantearon como determinante en la relación institucional o política”.
Para Rabbia, “es un error pensar que lo que dice un pastor es palabra santa para sus fieles. Creo que es una secreta expectativa de referentes de la política que eso ocurra, pero incluso en Brasil, donde sí es cierto que evangélicos votaron más a Jair Bolsonaro, un 45 por ciento de ese colectivo no lo hizo por él”.
En ese sentido, Siciliano apunta: “Creo que hay una división muy grande en la comunidad evangélica respecto de la participación en política. Noto que tienen una disyuntiva y es un eje de discusión entre quienes dicen que la Iglesia Evangélica debe ocuparse del cuidado de las almas y ahí no hay espacio para la política, y otro sector que dice que llegó el momento en que los ‘hombres de Dios’ se hagan cargo de lo público. Yo fomento que participen”.