Mario Negri dice que Schiaretti prefiere no competir con él
El radical y referente de Cambiemos quiere ser el rival del PJ en 2019. Advierte que el peronismo buscará influir en la interna. “Estoy seguro de que Schiaretti prefiere no competir contra mí”, asevera. Dice que la provincia está dominada por el delito y
Mario Negri llegó a la sede integral de
La Voz con el ritmo propio de quien ya está en campaña. Venía de saludar a Jaime Durán Barba, el gurú del macrismo que el viernes disertó en Córdoba. A la mañana, había visitado algunas industrias de la ciudad de Oncativo. Después de dialogar con este medio, todavía lo esperaba una reunión con dirigentes de la Franja Morada. Y el cierre del día lo tendría dando el presente en el acto de lanzamiento de la precandidatura de Luiz Juez, un socio/adversario de Cambiemos.
En la charla, el jefe del bloque de diputados radicales repetirá un concepto que considera central: “Si soy elegido, me comprometo a que sólo voy a ser gobernador cua- tro años”. La frase parece orientada hacia dos planos simultáneos. Un mensaje institucional contrastante con los 20 años en el poder de Unión por Córdoba, pero también dirigido a Ramón Mestre, el otro radical lanzado a la postulación provincial.
“Saqué una cuenta: en 35 años de democracia, sólo cuatro personas gobernaron Córdoba. No los deslegitima, los han votado, pero es poco sólo cuatro. Y entre los últimos dos del peronismo, 20 años en el poder. De ahí mi compromiso de sólo un turno electoral. No hay imprescindibles en la política”, lanza al respecto.
–Dijo que va a competir en la interna, si es que se hace, pero viene diciendo que no va a participar de una “locura”. ¿A qué
se refiere?
–Lo que quiero decir es que, a la altura de mi vida y con la responsabilidad que tengo, no armo candidaturas por capricho personal o para salir a generar un entretenimiento. Hay que competir para ganar, no para cumplir. –¿Es posible el consenso?
–Tenemos la obligación de buscarlo, porque creo que es el método más rápido y sano para buscar a las personas más competitivas. Si hay alguien que esté mejor posicionado que yo, no voy a dudar en ponerme al lado de él. Mi candidatura no es el resultado de un capricho, sino de una meditada reflexión. –¿En cuánto los complicó que PJ adelantara la fecha?
–El peronismo modificó el Código Electoral y ahora anticipó la fecha para el 12 de mayo. No falta casi nada. Tenemos que ordenarnos cuanto antes. En el efecto sorpresa, creo que lo que hay es una evidente debilidad. A mí no me asustan las internas, pero no quisiera darle la oportunidad al diablo
de que meta la cola. –¿Se refiere a la influencia que podría generar el PJ?
–Por supuesto. Es gobierno y lo viene manifestando en público. La inteligencia de Cambiemos está en no caer en una trampa.
–¿Cree que Unión por Córdoba tiene preferencia sobre el rival por enfrentar?
–No sé qué es lo que prefiere. Lo que primero que prefirió fue perder la calidad institucional y usar el factor sorpresa como si eso fuera una bondad de la política, cuando se trata de tener reglas claras. La idea de (el gobernador Juan) Schiaretti es ocultar y sorprender. No sé a quién prefiere Schiaretti; sé que a mí no me prefiere de competidor, no tengo dudas. –¿Con qué otros sectores de Cambiemos está dialogando?
–Tengo la cabeza abierta para convocar a hombres y mujeres sin preguntarles la pertenencia política. Sí tienen que tener algunos requisitos básico: ser honestos, tener vocación de servicio, que trabajen para cambiar la provincia y algo con lo que vamos a ser implacables: trabajar para terminar con la corrupción.
–¿Cuál será el compromiso del presidente Macri para con el candidato de Cambiemos que enfrente a Schiaretti?
–Macri está en Cambiemos. Jamás le preguntaría a Macri si va a apoyar a Cambiemos. Si creyera eso, no estaría acá. Ni me entretengo en eso. Eso es un juego bobo del peronismo. No tengan dudas: Macri quiere ganar Córdoba. Cuando al Gobierno nacional le iba superbién, el peronismo corría a sacarse selfies con Macri. Cuando empezó a tener problemas, como consecuencia de la economía, fueron los primeros en acomodarse entre los opositores, incluso ya han perdido el temor de
juntarse con el kirchnerismo.
–¿Con quién, entre los otros precandidatos de Cambiemos, se siente más cómodo?
–Con (Héctor) Baldassi pegamos onda, como dicen los chicos ahora. Con Baldassi es fácil pegar onda. Con (Luis) Juez hemos tenido peleas y desencuentros, pero tenemos ahora buen diálogo. Con Ramón (Mestre), no es que yo tenga mal o buen diálogo, tenemos personalidades distintas. Cuando digo que quiero gobernar sólo cuatro años, quiero decir que no tengo especulaciones de peleas personales. Yo no vuelo bajo como la perdiz, intento volar alto como el cóndor, a medida que pasa el tiempo.
–En el marco de la discusión y el consenso, ¿existe la posibilidad de una fórmula Negri-Mestre o Mestre-Negri?
–No hemos hablado de nada. El principio general de Cambiemos está en llevar adelante una fórmula plural, mixta. El adversario que tenemos al frente lo conocemos mucho. No podemos desperdiciar energías, tenemos que fortalecer y entusiasmar a los cordobeses. Tenemos poco tiempo.
–¿Es mejor pegar la fecha de la Capital a la elección provincial?
–Eso lo tiene que responder Ramón. Sería un atrevimiento mío hablar de eso. Yo estoy pensando en Schiaretti, no estoy pensando en fechas.
–¿Qué imagina como políticas centrales en un eventual gobierno suyo?
–Hay que ser implacable con el narcotráfico y con el delito. Y hay que generar empleos y oportunidades. La droga ya ocupa toda la geografía de la provincia. Una política en ese sentido no es hacer publicidad con un patrullero. ¿Cuántos centros de recuperación para adictos hay en la provincia? En cuanto a la inseguridad, la gente ya no puede estar tranquila en ningún lado. Ya no es un problema de tamaño de ciudad. No puede haber más parche. Cambiamos no sé cuántas cúpulas policiales, se perdieron las armas. Córdoba no fue, ni es, ni será una isla. No en un mundo tan complejo. Es mentira eso de que podemos vivir como queremos. Tenemos virtudes que no podemos desaprovechar.
–Con todos los desafíos tecnológicos, casi no se debate el apartado de la educación.
–Hay que repensar la educación en Córdoba. El que quiere gobernar una provincia no debe salir a hacer promesas falsas. Es comenzar proyectos que los sigan otros. Sarmiento hizo un sistema educativo para el pedido de mayor expansión económica del país, y nosotros tenemos que hacer lo mismo en Córdoba.
–En la Provincia le van a decir que construyeron más de 500 escuelas.
–Y está bien. Pero lo que hay que ver es la calidad educativa, además de los edificios. Córdoba es un semillero de universidades que en estos años no han estado articuladas con políticas de Estado. Hay que convocar a las universidades para que trabajen junto con el gobierno si es que queremos tener mejor calidad en la mano de obra. ¿Dónde van a trabajar los jóvenes en el futuro? ¿Tienen que pelear con un robot o aprender a manejar un robot?