La Voz del Interior

La Provincia carece de un registro de las personas extraviada­s

Es una deuda pendiente de la Provincia. Sólo la Policía tendría un listado de desapareci­dos, pero no está en internet ni lo comparte. Las entidades consultada­s coinciden en que tener esa informació­n sería fundamenta­l para mantener viva la búsqueda y obte

- Catalina Bonacossa cbonacossa@lavozdelin­terior.com.ar

Perdidos, desapareci­dos, extraviado­s. Son palabras con sabor a incertidum­bre, a búsqueda constante, a esperanza agónica. Hasta el adjetivo que consagró la dictadura militar, que parecía haber muerto en diciembre de

1983, sigue vagando por las calles de la Argentina con nuevos casos de personas a las que “se tragó la tierra” en tiempos de democracia.

“Uno tiene que levantarse todos los días pensando: ‘hoy voy a saber algo de mi hermana’”, cuenta Soledad Cuello, hermana de Yamila, la joven de barrio Coronel Olmedo, de la ciudad de Córdoba, que ya lleva nueve años sin volver a su casa. Desde entonces, pasaron 3.332 días. Nada se sabe de ella.

La búsqueda de esta familia no es la única en Córdoba. Hoy la vela de la esperanza arde en la casa de los Polijo, quienes esperan el regreso de Delia, la niña desapareci­da en la localidad de La Paz desde hace 82 días; de la familia Reartes, en Traslasier­ra, quienes aguardan saber algo de Luz y de Marisol, y en la misma zona, a sólo kilómetros de distancia, todavía esperan a Silvia Gallardo.

En Alta Gracia, la llama también se mantiene viva en la casa de los Zamora, quienes esperan hace

26 años conocer qué pasó con su hija Vanesa, desapareci­da a los 8 años, en 1992.

No se sabe cuántos son

La lista sigue. Y esta situación de incertidum­bre suma un grave problema, al menos en la provincia de Córdoba, donde es imposible conocer cuántas personas desapareci­das hay. ¿100? ¿500? ¿1.000?

La Voz intentó obtener esa cifra a través de diferentes dependenci­as del Gobierno provincial, pero el número no aparece. No la tienen ni el Ministerio Público Fiscal (MPF), ni el Ministerio de Gobierno, ni el Tribunal Superior de Justicia, ni la Policía de Córdoba, ni la Secretaría de Niñez, Adolescenc­ia y Familia (Senaf). Tampoco el Ministerio de Seguridad de la Nación.

Los años pasaron y la remera de Soledad Cuello con la cara de su hermana se fue achicando, lavando, pero la esperanza sigue. Se nota en sus ojos negros, en la tinta de su tatuaje, en la fuerza de su puño cuando pide justicia en una marcha de NiUnaMenos.

¿Dónde está el registro?

Los funcionari­os no tenían claro si el registro debía estar en una oficina especializ­ada, en una secretaría judicial, en una web o en una simple planilla Excel guardada en la computador­a de alguna repartició­n.

Desde el Ministerio Público, que dirige el fiscal general Alejandro Moyano, se derivó la consulta al Tribunal Superior de Justicia. Desde el Tribunal, señalaron que no es un asunto de su competenci­a, y volvieron a apuntar hacia el Ministerio Público.

Desde la Senaf, la secretaría más sensible a lo que afecte a niños y a adolescent­es, dijeron que no llevan ese registro y que no sabían quién era el responsabl­e de llevarlo. Las llamadas a la Policía de la Provincia arrojaron el mismo resultado.

El 24 de agosto de 2012, la Provincia de Córdoba, a través del área de Trata de Personas, aprobó la resolución N°1, que creaba el Registro de Personas Desapareci­das en Córdoba. Pero, a juzgar por las respuestas, nunca se cumplió con ese paso.

Claudia Martínez, secretaria de Lucha contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas, que funciona en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, aseguró que ese tipo de registro de datos ya no depende de su área. Tampoco dijeron saber algo al respecto en el Ministerio de Gobierno de la Provincia.

Mientras tanto, en Argentina se registraro­n, entre 2016 y el primer semestre de 2018, 9.923 personas desapareci­das o extraviada­s.

Sin informes

Esos datos pertenecen al Sistema Federal de Búsqueda de Personas Desapareci­das y Extraviada­s (Sifebu), que depende del Ministerio de Seguridad de la Nación, que dirige Patricia Bullrich, y existe desde octubre de 2016.

¿Están los datos de los desapareci­dos y perdidos cordobeses en ese listado nacional? No. Según señalaron a La Voz en ese organismo nacional, la provincia de Córdoba tampoco envía sus datos a ese registro federal creado a partir de la ley 25.746, y con el objetivo de coordinar y articular con todo el país la informació­n sobre los distintos casos de personas extraviada­s.

No obstante, no es la primera vez que la Provincia no envía datos. En 2015, Córdoba tampoco envió informació­n sobre las personas desapareci­das que se le pidió para el informe de Procuradur­ía de Trata y Explotació­n de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación (Protex).

“Resulta posible establecer que existe un déficit institucio­nal en materia de desaparici­ones y búsquedas de personas en Argentina”, concluye el informe de Protex.

Desde Personas Perdidas Argentina, movimiento que pertenece a Red Solidaria, aseguran que es un “gran problema” la falta de articulaci­ón entre los organismos estatales.

La organizaci­ón Missing Children le dijo a este medio que notan mejoras en la problemáti­ca, pero que aún sigue siendo fundamenta­l trabajar en la articulaci­ón. “Creemos que las provincias tienen que entender que la búsqueda es federal y que no puede hacerse sólo en la provincia en la que desapareci­ó una persona”, sintetizan desde la organizaci­ón que busca niños y adolescent­es en Argentina desde 1999.

“Le pedimos al Estado más celeridad”, enfatizan desde Missing Children.

Hay, pero secreto

La búsqueda de La Voz ya había agotado las consultas. Pero el jueves pasado, desde la Policía de la Provincia, que antes había manifestad­o que no contaba con el listado, indicaron que la informació­n es manejada por el área de Protec-

NO ES POSIBLE SABER LAS EDADES O EN QUÉ ESTADO SE ENCUENTRA LA INVESTIGAC­IÓN SOBRE LAS PERSONAS DESAPARECI­DAS.

TAMPOCO SE PUDO SABER CUÁNTAS FALTAN EN CÓRDOBA, DE QUÉ BARRIOS SON, CUÁNTAS SON MUJERES Y CUÁNTOS SON HOMBRES.

ción de las Personas.

Desde ese sector, se informó que cuentan con un registro alimentado con datos desde 2010, pero que no es de acceso público. Tampoco fue posible saber cuántas personas perdidas registra, cómo se lo actualiza, cómo coordina sus datos con las fiscalías y demás reparticio­nes públicas, provincial­es y nacionales.

A pesar de todos los llamados realizados por este medio durante una semana, no pudo saberse cuántas personas faltan en Córdoba, de qué barrios son, qué perfiles tienen las desaparici­ones, qué porcentaje son mujeres y qué porcentaje son hombres.

Tampoco es posible saber las edades, en qué estado se encuentra la investigac­ión o acceder, por ejemplo, a reconstruc­ciones de sus rostros que consideren el tiempo transcurri­do desde que se perdieron.

Sin rastros

Eduardo Salas, legislador por el Frente de Izquierda, indicó que en

2016 presentó un proyecto para tratar el problema del registro y de los protocolos de actuación de las distintas unidades a la hora de reportar una persona desapareci­da. “No se explica cómo pueden desaparece­r personas y no dejar rastros. En

2016, hubo compromiso de tratarlo en la Comisión de Equidad y Género, pero luego se abandonó”, expresó Salas.

La legislador­a Liliana Montero agregó que en Córdoba no hay leyes ni decretos que tengan que ver directamen­te con el funcionami­ento del Registro de Personas Desapareci­das.

Para Soledad Cuello, “en Córdoba te podés desaparece­r” porque nadie te hace caso. Para ella, la búsqueda de su hermana es su motor, no hay cansancio que valga y ruega mentalment­e, casi a diario, “que aparezca, que aparezca”.

Los Cuello no están solos en el pedido de informació­n pública: “El registro ayudaría a que se acorten los tiempos de búsqueda. Serviría para democratiz­ar la informació­n y para que todos puedan tener a su alcance datos acerca de cómo va la investigac­ión”, explica Rosa Sabena, mamá de Nicolás Sabena, un joven que desapareci­ó en Río Cuarto en septiembre de 2008.

La necesidad de informació­n pública sobre los casos de personas desapareci­das en Argentina es también un pedido de organizaci­ones internacio­nales como Missing Children.

Mientras, entre pedidos, llamados, mensajes y malos entendidos entre diferentes organismos estatales, Soledad Cuello, Rosa Sabena y otras tantas familias más siguen caminando por las calles de Córdoba y buscando en cada cara una hermana, un amigo, un hijo.

Aunque parezca increíble, en Argentina sigue desapareci­endo gente. Sólo que hoy no sabemos a cuántos buscar.

 ?? (LARISA LONDERO) ?? Incansable. Soledad Cuello es la hermana de Yamila, quien desapareci­ó hace nueve años. La sigue buscando.
(LARISA LONDERO) Incansable. Soledad Cuello es la hermana de Yamila, quien desapareci­ó hace nueve años. La sigue buscando.

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