Un trasfondo social y contextos violentos
El Colectivo de Intervención Ante las Violencias (CIAV) existe desde este año en la ciudad de Buenos Aires, pero sus orígenes se remontan a 2012, cuando investigaban sobre la trata de personas desde diferentes aristas: antropología forense, capacitaciones, las causas/consecuencias económicofinancieras, etcétera.
Miembros de la CIAV participaron del informe realizado por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación (Protex) en 2015. Su mirada multidisciplinaria hace que la desaparición de personas se entienda desde un lugar mucho más complejo que una causa judicial; es una problemática social, el producto de una “multiplicidad de violencias en el que se entremezclan diversos marcos de sentidos y ausencias que no emiten un mensaje unívoco”. La CIAV está abierta a la consulta de quien lo necesite.
Respecto de la responsabilidad del Estado, agregan que “aparece como responsable (por acción u omisión) de las desapariciones. Sin embargo, y a diferencia de lo que ha ocurrido en otros tiempos históricos o procesos políticos, el Estado ya no es el único vector o ejecutor de la violencia, sino que opera una “tercerización” de esta a través de organizaciones que la capturan y la (re) interpretan en connivencia con él”.
Para poder mejorar las búsquedas y evitar nuevas desapariciones, desde la organización consideran “que es importante implementar asesorías en estrategias de búsqueda de personas” en los diferentes organismos que trabajan con la temática. Sostienen que es fundamental establecer protocolos de investigación y de búsqueda, “teniendo en cuenta la dinámica y la complejidad de los fenómenos que se abordan, y las especificidades de cada caso o territorio”.