La Voz del Interior

Tras matar, el policía se fue caminando: quedó detenido

- Juan Federico jfederico@lavozdelin­terior.com.ar

Acusado por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por su condición de funcionari­o policial, el cabo primero Gustavo Fabián Rivero (41) quedó detenido por orden de una fiscal.

Por ahora permanece bajo arresto en la base de la Guardia de Infantería, aunque no se descarta que en las próximas horas la fiscal Patricia García Ramírez ordene que sea trasladado al penal de Bouwer.

El homicidio se produjo en la intersecci­ón de las avenidas Sabattini y General Savio (camino a Interfábri­cas), frente al predio del ferrocarri­l, entre los barrios Ferreyra y San Lorenzo, al sudeste de la ciudad de Córdoba.

La víctima fue identifica­da como Víctor Rolando Sarría (38), quien vivía en barrio Ciudad Evita, cerca del lugar donde ocurrió el crimen. A ese sector habían llegado años atrás junto con su familia, cuando fueron relocaliza­dos de la villa Capullo de Mi Esperanza.

Según informó la Policía, Sarría habría tenido algunos antecedent­es penales que no fueron precisados.

Hasta ahora, el caso presenta diferentes puntos sin dilucidar y que hacen que la fiscal dude de la versión del policía.

Según apuntaron fuentes judiciales y policiales, todo sucedió minutos antes de las 2 de la madrugada de ayer, cuando un llamado al 101 alertó que en el cruce de Sabattini y General Savio había una persona herida de bala.

Al llegar el primer móvil al lugar, colindante con las vías férreas, los agentes encontraro­n a un hombre sin vida, tirado boca abajo y en medio de un charco de sangre. A simple vista, observaron que tenía un balazo en la cabeza (un servicio de emergencia corroboró que presentaba una herida producto de un proyectil, con orificios de entrada y de salida).

En ese momento, se acercó una persona a los uniformado­s que dijo haber visto lo ocurrido. Describió cómo estaba vestido el atacante y agregó que se había ido a pie hacia la zona del cercano barrio San Lorenzo.

De inmediato, la dupla policial irradió las caracterís­ticas del sospechoso para que las otras patrullas que estaban llegando al lugar fueran a buscarlo.

Así, a los pocos minutos, en calle Sánchez de Loria al 4600, un móvil divisó una persona que respondía a la descripció­n, por lo que la intercepta­ron y la detuvieron.

En ese momento, esta persona, que iba de civil, se identificó como el cabo primero Rivero, que presta servicio en la comisaría 5ª. Llevaba su pistola nueve milímetros Bersa Thunder, con una vaina servida y tres cartuchos.

Aunque este testimonio no tiene valor legal, según quedó asentado en un parte interno de la Policía, al momento de su captura Rivero les confió a sus colegas que él estaba esperando en el cruce de las dos avenidas el ómnibus para ir a trabajar como servicio adicional en la planta depuradora de Ciudad de Mis Sueños, cuando observó a dos jóvenes que intentaban robar cables del predio del ferrocarri­l.

Siempre según su versión, él se identificó como policía. Agregó que uno de los muchachos huyó, pero el otro se le abalanzó y terminaron en un forcejeo. Rivero insistió en que el desconocid­o le intentó arrebatar su arma, y que él buscó golpearlo en la cabeza con la pistola, momento en el que se le escapó el disparo.

“Que ante lo sucedido, entró en shock y se retiró rápidament­e del lugar”, quedó asentado en este parte policial interno al que tuvo acceso La Voz.

La versión no termina de cerrar para los investigad­ores de Homicidios ni para el fiscal, quien ordenó la imputación del cabo Rivero y su detención.

“El robo de los cables existió, pero la versión del policía es aún muy dudosa”, sintetizó una fuente que participa de la investigac­ión.

El arma reglamenta­ria fue secuestrad­a, y en el caso también interviene también el Tribunal de Conducta Policial, que ya inició un sumario administra­tivo.

Entre otras pruebas, se ordenó el cotejo de las diferentes cámaras de seguridad que hay en el lugar, entre ellas, las de una estación de servicios ubicada muy cerca de donde sucedió el crimen.

Hace dos semanas

Cabe destacar que, en los últimos días, el fiscal Gustavo Dalma imputó al oficial de policía Ramiro Emanuel Cáceres por homicidio con exceso en el ejercicio del cargo, en el marco de la investigac­ión por la muerte de Marcos Soria (32), ocurrida hace sólo dos semanas en barrio Obispo Angelelli II, al sur de la ciudad de Córdoba.

Soria murió luego de recibir dos balazos policiales en medio de un operativo sobre el que aún persisten varias dudas.

Diferentes organizaci­ones sociales de la zona denunciaro­n que se trató de un caso de “gatillo fácil”, aunque la figura legal con la que el fiscal Dalma encuadró la investigac­ión hasta ahora no ha avanzado en esa dirección.

 ?? (JOSÉ GABRIEL HERNÁNDEZ) ?? Dudas. Se cree que la víctima estaba robando cables cuando se topó con el policía de civil. Por ahora, sólo hay interrogan­tes.
(JOSÉ GABRIEL HERNÁNDEZ) Dudas. Se cree que la víctima estaba robando cables cuando se topó con el policía de civil. Por ahora, sólo hay interrogan­tes.

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