El hombre más feliz
Marcelo Gallardo, que seguirá en el Millonario, habló de la obtención de la Libertadores y de los próximos objetivos.
Marcelo Gallardo, el entrenador de River Plate, aseguró ayer que la flamante conquista de la Copa Libertadores de América con el triunfo ante Boca Juniors en Madrid es “incomparable, eterna y no la podrá borrar nadie”.
Gallardo, en diálogo con radio Rivadavia, celebró la obtención de la cuarta Copa Libertadores para River frente al rival de toda la vida: “Este es uno de los días más felices en mi carrera deportiva por lo que representó y el significado que tiene para todos los hinchas de River. Perdurará en el tiempo y será imborrable”.
Otras de las frases del “Muñeco” fueron las siguientes:
Dirigir desde un palco. “Estar presente en el banco es algo anecdótico porque me siento parte de mi grupo de trabajo y del día a día. Uno como DT, cuando se inicia el partido, no tiene mucho para hacer, salvo ajustar algunas cositas que tienen que ver con el desarrollo, ver opciones o momentos y resolver situaciones, pero el trabajo se hace en el día a día”.
Nuevos objetivos. “Esto no se termina acá. El hincha de River va a exigir ganar en Abu Dhabi, ganar en el verano y conformar un buen plantel”.
La bronca de la localía. “Traté de canalizarla de otra manera. Sí estuve enojado y bastante dolido, pero le dije a Rodolfo (D’Onofrio) que había que cambiar el chip y hacer un clic rápido, porque si nos dejábamos llevar por el enojo y lo injusto, podríamos dar la ventaja que querían que diéramos. Nos teníamos que sostener con fuerza, unidos y convencidos”.
La consagración. “Muchas cosas se me vinieron a la cabeza. Me invadía una felicidad tan grande que no me dejaba pensar claramente en todas las cosas que habíamos vivido, las etapas que uno fue superando y el esfuerzo que se hace porque River es muy grande y la exigencia es aún más grande. No era un partido más, no era una definición más contra un rival especial: era la definición contra el rival de toda la vida que iba a quedar marcada para la eternidad”.
El saludo con Guillermo. “Lo fui a saludar como lo hubiese hecho si perdíamos. Actuamos de la misma manera. Fuimos muy conscientes del dolor que causa la derrota y también respetuosos. No somos amigos, pero tenemos una relación por habernos enfrentado como futbolistas y ahora como entrenadores. Más allá de que cada uno defiende los colores que defiende, hay un respeto por la persona”.
Entre los mejores DT. “No logro dimensionar lo que siente el hincha por mí, sí lo que sienten por el equipo. No me gusta hablar de mí sino de lo que la gente se identifica con el equipo. Es un gran honor que se sientan representados de esa manear. Me llena de satisfacción y claramente es un elogio muy grande poder estar en la mesa de esos grandes entrenadores (Ángel Labruna, Ramón Díaz, Héctor Veira) que han marcado la vida institucional de River y tuvieron momentos muy importantes”.